No es la primera vez que hablamos de posibles viajeros en el tiempo. Cada vez es mayor el número de personas que se fijan tanto en fotografías antiguas como en cuadros en busca de algún viajero en el tiempo, como el que te contamos en una obra de 1860.
Hablamos de The expected one (La esperada), obra de Ferdinand George Waldmüller, que, seguramente, jamás imagino que su pintura se volviera tan popular por considerarla «un viaje en el tiempo».
En el cuadro se aprecia a una joven paseando por el campo con algo en la mano. Es cierto que el gesto es el típico de cuando tecleamos con nuestros móviles -muchos apuntan a que parece que está enviando un WhatsAppp-, pero, claro, si el primer smartphone fue creado en 1992, estamos ante una paradoja importante.
Si no sabemos que esa pintura es de 1860, por la postura de la joven, creeríamos que es un cuadro contemporáneo, excepto por el atuendo de la joven.
El cuadro, que se encuentra en la Neue Pinakothek de Múnich, había pasado casi inadvertido hasta hace relativamente poco tiempo para el gran público, pero la posibilidad de encontrar una viajera en el tiempo, con su teléfono móvil, ha hecho que las búsquedas para poder contemplarlo se hayan disparado.
Los expertos han asegurado a Daily Star que se trata de una biblia, pero, en redes sociales, el debate sigue abierto.
El nuevo caso de viajero en el tiempo
Pero ahora hay un posible nuevo caso de viajero en el tiempo. Es en una fotografía de 1943 que el usuario de Facebook Kristján Hoffmann la compartió en el grupo islandés Gamlar ljósmyndir, un foro dedicado a las fotos antiguas.
En la fotografía puede verse a un tipo apoyado en un escaparate, en medio de una multitud y que sostiene algo junto a su oreja. Algo que es imposible de ver con claridad por la calidad de la imagen, pero que los más imaginativos creen que es un teléfono móvil.
otros usuarios dicen que, sencillamente, se está rascando la oreja o que se trata de una pipa de fumar: ¿Tú qué crees?