Todavía en 2024 es muy común pensar que al psicólogo solo deben ir personas que están sufriendo episodios de depresión, ansiedad, estrés o algún problema de salud mental. Sin embargo, la realidad nos muestra día a día que esto es un error. Esa idea generalizada de que los psicólogos solo pueden actuar cuando la situación de debilidad ya está causando muchos estragos hay que desmontarla por completo.
Y por suerte se está haciendo. En España cientos de miles o millones de personas van al psicólogo como acto de responsabilidad individual y colectiva. Al recibir terapia por parte de profesionales contribuyen a su salud mental y emocional, pero esto redunda también en el bienestar de las personas que le rodean: familiares, amigos, compañeros de trabajo…
Insistimos, afortunadamente la salud mental está ganando más y más peso con el tiempo y las administraciones y la propia sociedad comienza a ser consciente de ello. A todo esto hay que sumar que España cuenta con profesionales expertos en numerosas áreas de salud mental, son perfiles que están adaptados a tratar todo tipo de situaciones y que encuentran las vías más eficaces para devolver el equilibrio a las personas que atienden.
Ejemplos hay para todos los gustos y colores, aunque si estás pensando en consultar con algún profesional que reúna suficiente prestigio, el consejo es claro, buscar solo aquellos centros que acumulen experiencia y que puedan acreditar su valía. Un buen ejemplo es el centro despertares, que suma más de 10 años de trayectoria. Galardonado con los premios Dr. Fleming y Estrella de Oro, esta opción es una de las más recomendables para contactar con Psicólogos Madrid baratos.
¿Por qué es buena idea acudir al psicólogo?
Hay sucesos, acontecimientos, episodios o vivencias que hacen más que necesaria la ayuda psicológica. Desde problemas de ansiedad o depresión como situábamos antes, pero también traumas, inseguridades, estrés, agobio en el trabajo o incapacidad para mantener relaciones sociales y afectivas segura… Todas estas situaciones son muy comunes en las consultas de los psicólogos.
En esos centros hay quien se pregunta ¿Cómo dejar de ser infiel? O ¿Cómo poner freno a comportamientos peligrosos en torno el juego, al sexo o a cualquier adicción? En esencia, lo que intentan los profesionales de la psicología es reconducir la vida y el día a día de sus pacientes.
Todo aquello que les impide alcanzar un cierto equilibrio y que sirve como freno a su desarrollo personal puede ser puesto en conocimiento de estos profesionales. Tanto es así que su labor es precisamente esa, la de encontrar el equilibrio y dar los pasos necesarios para mejorar el desarrollo personal.
El centro despertares, que también cuenta con un equipo de Psicólogos Móstoles, pone el foco en las terapias individuales para adultos, niños y adolescentes y también ofrece servicios para parejas y problemas o situaciones en el entorno familiar. En todas estas áreas, sus profesionales van a hacer una labor de escucha activa a los pacientes y van a recomendar herramientas o aptitudes con las que alcanzar ese equilibrio.
Justo eso es lo que hacen los psicólogos. Aunque son profesionales de la salud, su cometido no es tanto promover tratamientos directos, sino inducir a las personas tratadas a que sean ellas mismas las que encuentren esos caminos. En el caso de despertares, además de Móstoles, también ofrecen con una consulta de Psicólogos Getafe. Quienes ya la han visitado, saben que acudir hasta allí supone un ejercicio de responsabilidad compartida. No es como tomar un analgésico para que no te duela la cabeza, implica conocerse a uno mismo y hacer cambios profundos en el día a día.
¿Cuáles son los síntomas que hacen aconsejable acudir a terapia?
Falta de motivación, una comunicación insuficiente en pareja, incapacidad para hacer amigos en el colegio, sentimiento de soledad, sensación de inseguridad, falta de autoestima, comportamientos obsesivos, ecoansiedad, irritabilidad, problemas de sueño, relaciones tóxicas…
Todas estas señales son el detonante necesario que invita a consultar con un psicólogo. De hecho, de no atenderlas a tiempo, el problema puede agravarse y resultar perjudicial tanto para uno mismo como para las personas que le rodean.
Eso sí, con el psicólogo no hay soluciones inmediatas, es un proceso que lleva a su tiempo. Hay que encontrar qué episodios son los que están llenando de inestabilidad y desequilibrio el día a día, qué es aquello que no permite a las personas ser ellas mismas y desarrollarse plenamente como individuos válidos dentro de la sociedad.
A partir de ahí, cuando se detectan esas fallas, esos puntos negros, es cuando se puede empezar a trabajar en positivo. El resultado, si todo va como debe ser, es un bienestar emocional que llega tras el consejo sincero y acreditado de un profesional. Los psicólogos no juzgan, solo analizan y proponen soluciones.
Y lo más importante, estos expertos aportan herramientas o caminos para que sean los propios pacientes los que descubran sus vías de mejora. Si atienden a sus recomendaciones, encontrarán mejores vías para enfrentar problemas y situaciones de vulnerabilidad o dificultad en el día a día.