La Catedral saca a la luz sus tesoros artísticos

El principal templo de la Diócesis Nivariense inaugura una exposición permanente con 250 piezas de uso suntuario, plata y tejidos

La Laguna ofrece desde ayer otra razón para una visita ineludible y otro fundamento más que atestigua su consideración de Patrimonio de la Humanidad. La Catedral inauguró la exposición permanente de su tesoro, una extraordinaria muestra abierta al público que reúne 250 valiosas piezas de uso suntuario, plata y tejidos. En el acto estuvieron presentes el obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez; el deán de la Catedral, Domingo Navarro; el alcalde de La Laguna, José Alberto Díaz; el presidente del Cabildo, Carlos Alonso; el viceconsejero de Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, Aurelio González; y el coordinador de la exposición, Juan Alejandro Lorenzo Lima, doctor en Historia del Arte.

Lo que se ha pretendido con esta muestra es rescatar, con un fin de exposición, una sala que ya existía en la Catedral antes del cierre por obras. De esta forma, se ha llevado a cabo una selección de piezas que representan el patrimonio de la Catedral y de la antigua iglesia de Los Remedios.

El proyecto, impulsado por la delegación de Patrimonio de la Diócesis y el Cabildo Catedral, se ha gestado gracias a las subvenciones concedidas por el Ayuntamiento de La Laguna y el Gobierno de Canarias. La exposición se estructura en siete secciones y hay prácticamente una representación de todos los bienes que integran el patrimonio propio de la Catedral: vasos sagrados, ornamentos, bienes procesionales, pinturas, esculturas, libros, reproducciones de documentos, distintivos episcopales, etc. La pieza más antigua es un cáliz de principios del siglo XVI que pertenecía al obispo Vázquez de Arce, que fue quien creó la parroquia en 1515. Las últimas piezas son de comienzos del siglo XX. Concretamente, la última es un cáliz del obispo que consagró la catedral actual, monseñor Nicolás Rey Redondo.

Uno de los datos novedosos de la exposición del Tesoro de la Catedral de La Laguna es que combina dos criterios de museología: el antiguo y el moderno. Por un lado, rescata las antiguas vitrinas que existían en la sala donde se exponen las piezas. Estas se han adaptado entre los antiguos y los nuevos usos. Por otro lado, se ha querido respetar la idea de un museo de época. De esta forma, se pretende que el visitante tenga la sensación de que está contemplando un museo antiguo.

Un proyecto del Obispado junto con las instituciones públicas

El obispo Bernardo Álvarez agradeció durante el acto inaugural “el constante apoyo de las instituciones públicas para la defensa del patrimonio de la Iglesia, que está muy comprometida -recalcó- con la contribución al bien común de la sociedad”. “Esta exposición -concluyó el obispo- no solo presenta unas obras de arte, sino que expresa la significación que esas obras tienen en la fe católica”.

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