Reza un dicho popular que “las cosas de palacio van despacio”, y si son en El Toscal puede decirse que se eternizan. Ese es el caso de la conocida como Casa Siliuto o Casa Lázaro, destinada a Casa de la Juventud (la primera del municipio), una elección que se dio a conocer allá por 2003 y que, a fecha de hoy, sigue sin ser una realidad. Y es que, después de haber adjudicado la rehabilitación en 2014, empezar la obra, y paralizarla por completo en 2016, el último consejo rector de Urbanismo, celebrado la semana pasada, aprobó el proyecto de ejecución para la terminación de las obras de rehabilitación y el proyecto de instalaciones de baja tensión y contra incendios. Es decir, se vuelve al punto de partida: una nueva licitación de la obra, casi tres lustros después.
Tras años de anuncios y promesas, en 2014 se aprobó una partida de más de 700.000 euros para proceder al inicio de la rehabilitación. La empresa Acciona fue la adjudicataria del proyecto de ejecución, mientras que el estudio de Arquitectura Escobedo de la Riva, obtuvo la dirección obra. Todo parecía ir sobre ruedas, incluso Acciona empezó a trabajar en la casa. Alcalde y concejales giraron la correspondiente visita y todo avanzaba hacia la primera Casa de la Juventud en el emblemático barrio de El Toscal.
Fue un espejismo. Apenas unos meses después comenzaron los problemas y la obra se fue paralizando hasta que, el año pasado, se rescindió el contrato con la adjudicataria de la obra. El motivo: la dirección facultativa detectó una serie de deficiencias en el contenido del proyecto. Concretamente, que la demolición y reconstrucción del forjado de cubierta debía incluirse en el contrato de obra, algo que la adjudicataria no compartía, pidiendo una partida extra para acometer este apartado.
Después de meses de informes de ida y vuelta, finalmente se decidió rescindir el contrato con Acciona, indemnizarla con 55.000 euros y empezar de nuevo el proceso. Como era de esperar, la empresa no estuvo conforme con esta decisión por lo que aún tiene la posibilidad de reclamar daños y perjuicios. Mientras, lo aprobado por el Consejo Rector de Urbanismo la semana pasada, permitirá retomar la rehabilitación de la Casa Siliuto para convertirla en Casa de la Juventud. Antes, deberá adjudicarse de nuevo la obra, esta vez con el proyecto completamente revisado y en el que ya se incluyen las medidas para la instalación de baja tensión y contra incendios (parece que no lo incluía el original), así como que el derribo y reconstrucción del forjado debe ser asumido por la adjudicataria.
Al margen de la obra, la Casa Siliuto, es otro de los frentes judiciales que el Ayuntamiento de Santa Cruz tiene abiertos, en este caso por el sobreprecio que presuntamente se pagó al comprar el inmueble a sus propietarios originales. Hace ahora un año, el juzgado de Instrucción número 1 de Santa Cruz de Tenerife dio por cerrada la instrucción del conocido como caso Siliuto y fijó la apertura de juicio oral contra los exconcejales del Ayuntamiento capitalino Norberto Plasencia y Manuel Parejo y el funcionario Víctor Reyes. Los tres están acusados de los delitos de prevaricación y malversación de caudales públicos por la compra de la Casa Siliuto en el doble de precio de lo tasado por los técnicos municipales. La jueza aceptó la petición de la Fiscalía de acusar a Plasencia y a Reyes de estos delitos a la vez que también aceptó la petición de IU (personada como acusación particular) de imputar a Manuel Parejo. El mismo auto procedió a desestimar las acusaciones para otros seis investigados inicialmente, todos miembros del consejo rector de Urbanismo que aprobó la compra.
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