El regreso, 29 años después

Dos apariciones en Copa Korac son los únicos antecedentes canaristas en competición europea, donde su techo ha sido la segunda ronda en la campaña 1988/1989

La ya desaparecida Copa Korac contempló dos incursiones del CB Canarias a lo largo de su historia. La primera, durante el curso 1977/1978; la segunda, 10 años más tarde, en la 1988/1989.

Un plantón de los clubes de élite propició que los aurinegros entraran en el bombo de la Korac en 1977. Les tocó en suerte el SSV Hagen alemán, un equipo tan superior al CB Canarias que Pepe Cabrera, entrenador insular por aquel entonces, fijó como meta no perder por más de 20 puntos en su pista. Los 28 tantos de Manolo de las Casas no sirvieron para caer por 21 puntos (88-67) en un pabellón abarrotado, donde se jugó con balones de plástico en lugar de los reglamentarios, de cuero, lo que provocó el lógico enfado de Cabrera. En la pista del Colegio Luther King, a pesar de los esfuerzos del CB Canarias para que el pabellón se llenara poniendo las entradas al precio de 200 pesetas, el Hagen volvió a ganar (92-110), quedando así eliminado el CB Canarias. Para el recuerdo quedará la visita a la Isla de Zarko Knezevic, interior del Hagen, que fue una leyenda dentro de la mejor selección yugoslava.

Fue en 1988, como consecuencia de haber acabado un curso antes en la sexta posición de la ACB, cuando los aurinegros regresaron a Europa de la mano del técnico José Carlos Hernández Rizo. Harper y Phillips ya no formaban parte de una plantilla en la que su pareja de estadounidenses estaba formada por Kurt Nimphius y Dan Bingenheimer. El primer rival, Birmingham Bullets, opuso muy poca resistencia tanto en su pabellón (84-96) como en el Ríos Tejera (96-72). En esta ocasión, como en la siguiente ronda, el club tuvo que sufragar los billetes del equipo inglés de Madrid a Tenerife, por una normativa de la FIBA que trataba de minimizar el impacto económico de los clubes que tenían que desplazarse a la Isla, algo que no sucedía al revés, con los viajes de los aurinegros. Un vestuario compartido con otros usuarios del pabellón de Birmingham fue lo más llamativo de una eliminatoria con muy poca historia.

El CB Canarias se quedaría fuera de la Korac en segunda ronda, cuando el Maels Pils de Malinas, en Bélgica. Los insulares ganaron en su feudo (81-72), pero en la vuelta el Maels Pils logró clasificarse al imponerse por 97-84 en un apretado final.
Todas las crónicas hablan de un mal arbitraje que perjudicó claramente al cuadro tinerfeño, que concluyó el partido con solo tres jugadores sobre el parqué debido a la eliminación por faltas personales del resto de efectivos aurinegros. Fueron esos dos equipos los que abrieron el camino al actual Iberostar Tenerife, que no quiere dejar la oportunidad que le brinda su Final Four.

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