La Basketball Champions League garantizará un fondo de 3,5 millones de euros en premios en metálico en la edición de la próxima temporada. Después de que Eurocup anunciara que tenía previsto repartir tres millones de euros, la competición FIBA dio un paso al frente, tratando de hacerse un hueco importante tras una primera temporada exitosa y, según Patrick Comninos, director general de la Champions, garantizar de esta forma la “seguridad financiera” a los clubes para su mejor “planificación”.
Para empezar, cada equipo que decida participar en la Basketball Champions League se asegura un premio de 50.000 euros. El curso pasado esta cantidad llegaba a los 100.000, pero con la obligación de que fueran las entidades las que tuvieran que costear los gastos de arbitraje. La próxima campaña esos gastos serán cubiertos por la organización, con el consiguiente ahorro para los equipos. La Eurocup, por su parte, dará 24.000 euros a cada club, o lo que es lo mismo, menos de la mitad que la Champions.
Pero el verdadero premio está reservado para los mejores. El equipo que se haga con la copa de campeón se embolsará un millón de euros, más del triples que el pasado curso, mientras que el subcampeón conseguirá 400.000 euros para sus arcas. Solo el premio del subcampeón supera ya al del primer clasificado del curso pasado. 200.000 euros para el tercero y 140.000 para el cuarto completan una relación que supera con creces a la de la Eurocup.
“El sistema está diseñado para dotar de incentivos significativos a los mejores equipos y, al mismo tiempo, dar seguridad financiera a los clubes de cara a su planificación”, señala un Patrick Comninos que deja claro que esos premios se mantendrán al no depender de “decisiones políticas”. “Están garantizados, grabados en piedra, no dependen de decisiones políticas ni de ningún tipo de derechos mediáticos con sus alternancias de mercado”.
Pero Comninos no parece querer que cualquier entidad pueda llegar a la Champions sin tener cierta seguridad. Uno de sus objetivos es que los clubes hagan “presupuestos con la mayor certeza”, consciente de que la imagen que pueda proyectar la Basketball Champions League es vital para su crecimiento en un futuro a corto o medio plazo, más aún con la gran competencia que hay actualmente en las competiciones de clubes en Europa.
Estudiantes, dentro
En próximas fechas se hará oficial la participación del Movistar Estudiantes en la campaña 2017/2018. El conjunto madrileño ya había anunciado su intención de poder formar parte de la misma, pero la decisión no había sido tomada.
Otro club español, como el Bilbao Basket, también estaría interesado en jugar la Champions, aunque su posible participación parece más lejana.
La Liga Endesa es otro de los objetivos de los directivos de la Champions, conscientes de que se trata de la mejor competición de Europa. Los cinco equipos que jugarán Euroliga, Real Madrid, FC Barcelona, Baskonia, Unicaja y Valencia, son una de las bazas del torneo, mientras que Andorra, si finalmente acepta, y Gran Canaria, apostarían por una Eurocup que, o mucho cambian las cosas, o deberá reinventarse próximamente. ¿Fusión con la Champions? Fue algo descartado por el propio Patrick Comninos en un encuentro con periodistas en Tenerife con motivo de la Final Four, pero lo cierto es que, con Euroliga y Champions League como dos referentes futuros, la Eurocup podría tener un encaje muy complicado en el nuevo panorama cestista europeo, más con las competiciones de selecciones, que han obligado a que haya ventanas FIBA ya desde la próxima campaña.
Por otro lado, la organización dio también a conocer ayer a algunos de los equipos que, siendo campeones, de sus respectivas competiciones locales, jugarán la Basketball Champions League la próxima campaña. Tsmoki Minsk (Bielorrusia), CEZ Nymburk (República Checa), Donar Groningen (Países Bajos) Stelmet Zielona Gora (Polonia), Keravnos Nicosia (Chipre) y Cluj (Rumanía), pueden acompañar al actual campeón, el Iberostar Tenerife.
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