El secretario general de la FIBA, Patrick Baumann, confirmó ayer que Tenerife será la sede en la que se juegue el Mundial de Baloncesto femenino en 2018. La selección española, flamante campeona de Europa, será la gran favorita para adjudicarse la medalla de oro. El campeonato se celebrará del 22 al 30 de septiembre.
En el curso de una entrevista concedida al diario El País, el dirigente suizo del máximo órgano de gestión del baloncesto mundial reconoció que ya se ha producido una visita técnica a las instalaciones del Pabellón Insular Santiago Martín, que sería el que acogería esta competición. “Se están discutiendo pequeños detalles en la comisión de la FIBA. El deseo de la Federación Española es que sea en Tenerife y a mí me parece un gran sitio”, reconoció Baumann.
La FIBA decidió concederle a España la organización del torneo femenino más prestigioso del planeta en diciembre de 2014. La Copa del Mundo de Baloncesto Femenino del año 2018, que estrenará en esa edición su nueva denominación a imagen y semejanza del campeonato masculino, está programada en el calendario oficial de la FIBA en el mes de septiembre de ese año.
Israel también presentó su candidatura, pero perdió en las votaciones ante el proyecto español, con el que la Federación Española de Baloncesto pretende impulsar un nuevo concepto de este deporte y de la mujer a través de su proyecto Universo Mujer.
Gran Canaria, la que más opciones tenía
Desde que se supo que España acogería este mundial, la isla de Gran Canaria ejerció una fuerte presión para que los partidos se jugasen en el Gran Canaria Arena, poniendo como aval la experiencia de haber acogido una de las fases del mundial masculino y el peso que tiene el baloncesto femenino grancanario tanto a nivel local como nacional, con la constante presencia de jugadoras de la Isla en la selección nacional.
Manolo Gómez, presidente de la Federación Canaria y vicepresidente de la Española, siempre se mostró partidario de que los partidos se jugasen en las dos islas, consciente de que se trata de una cita importantísima no solo a nivel económico, sino también como una apuesta decidida y fuerte por el baloncesto femenino.
La FEB descartó la idea de organizar un torneo con varias sedes
La idea inicial de la FEB no era organizar un Mundial con sede única, sino un campeonato más parecido a la Copa del Mundo masculina de 2014. No obstante, la FEB tuvo problemas para encontrar ciudades dispuestas a acoger el torneo. La razón es económica: el coste de organizar el campeonato es similar a su equivalente masculino, pero el retorno es mucho menor.
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