No ha sido fácil el camino para Brian Martín. Ofra, Sobradillo y Tenerife fue el recorrido del jugador de La Cuesta en su aún corta trayectoria deportiva, esa que desembocó en su debuto oficial el pasado viernes en el primer equipo del CD Tenerife.
Talento, desparpajo y olfato. Esas virtudes le han llevado a mantenerse en un equipo en el que no siempre estuvo tan bien considerado. Y es que hace años, cuando formaba parte del juvenil donde militaban Nano, Cristo González, Jorge Sáenz o Carlos Abad, entre otros, no tenía el puesto asegurado en la plantilla que dirigía Francis Díaz. Precisamente el técnico de Taco le dio la confianza suficiente para que Brian acabara el curso como segundo máximo goleador por detrás de Denzell.
“Es un jugador con muchas ganas de crecer, con carácter y buena predisposición para absorber, tiene un gran disparo y define con acierto en el remate de cabeza”, aseguraba ayer Francis Díaz, uno de los padres deportivos de la última joya de la corona blanquiazul.
Díaz, desvelaba que su antiguo pupilo, con el que todavía mantiene una buena relación y un contacto casi semanal “es un chico que tiene mucho margen de mejora” además de aglutinar otras cualidades en el juego colectivo que pasan por su capacidad “para la correcta lectura de los espacios y una buena visión de los desmarques de ruptura”, como desvelaba Francis Díaz, un hombre que cree que Brian Martín tiene “un buen recorrido” como jugador de fútbol.
Su trabajo en los 80 minutos que tuvo ante el Real Zaragoza fue importante a la hora de fijar a los defensores centrales de la escuadra aragonesa y en esa búsqueda del gol tuvo una ocasión que le desbarató el meta Ratón.
Luego, en la segunda mitad supo leer bien una jugada de Suso por banda y estar atento para empujar un balón que el capitán blanquiazul no le puso. Controles bien orientados y trabajo de presión ordenado, fueron otras dos aportaciones de un futbolista que se ganó la ovación de su público… y la continuidad.
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