montañismo

Gema Hassen-Bey: “Invierto en vida, en llenarme de experiencias, conocimientos y del cariño de la gente”

La medallista paralímpica se convirtió en la primera persona en silla de ruedas en superar los 3.000 metros usando su propia fuerza, tras superar hace menos de un año un cáncer de mama. "Solo tengo palabras de agradecimiento para Tenerife y toda la gente que me ayudo, y todos los que han hecho posible algo que, cuando lo planteé, todos dijeron que era imposible"
Gema Hassen-Bey González junto al veterano montañero Carlos Soria. | Diverscity

Gema Hassen-Bey se convirtió recientemente en la primera deportista paralímpica en superar los 3.000 metros ascendiendo sólo con el impulso de sus brazos. El reto de subir al Teide, que ha durado durante doce días usando su propia fuerza, demuestra el empuje de una mujer que quedó postrada en una silla de ruedas a los cuatro años tras sufrir un accidente de tráfico. Su vida ha estado llena de obstáculos que ha ido superando con éxito, el último un cáncer de mama.

-¿Feliz por superar los tres mil metros de ascenso en El Teide?
“Sí, el reto ha sido durísimo, he tenido que luchar contra las pendientes, las rocas, el viento, el polvo y terminé muy cansada. Pero ya recuperada, crece mi sentimiento de agradecimiento al equipo, los voluntarios, los amigos que me han visitado, las empresas patrocinadoras y colaboradoras, las instituciones… Tardaré unos días en asimilar la magnitud de subir al Teide”.

-¿Cual fue la parte más dura del ascenso?
“La verdad es que ninguna fue fácil. La etapa de Montaña blanca tuve bastante dificultad porque en la handbike voy muy cerca del suelo y respirando todo el polvo. Además, las ruedas patinaban y no tenían agarre y las cuestas se hicieron interminables. He necesitado la ayuda de los voluntarios que iban peinando la zona porque era complicado avanzar. Pero la parte buena fue que pude disfrutar de los impresionantes parajes y del cariño de la gente, tanto del equipo como de las visitas que tuve, como las de Rafa Méndez, Patricia Yurena, Kira Miró, que me dieron mucha energía. Para la segunda parte del ascenso habíamos preparado un prototipo que lo estrenamos en el Teide, la primera silla de escalada del mundo con tracción de cuerdas. La pendiente era grande y el camino estrecho, casi no podía encajar en el camino, salvando un montón de rocas, curvas cerradas y pendientes laterales. Eso nos ha retrasado muchísimo y fue una auténtica locura. Esa ladera no se acababa nunca a pesar de que íbamos con buen ritmo. Fue muy bonito el trabajo y la coordinación del equipo, y su concentración pues era importantísimo tener tensa la cuerda pues si no podía volcar. Y la parte final, con la pendiente tan pronunciada del 40% de desnivel, ideamos un prototipo basado en unos raíles, un soporte con ruedas y yo iba traccionando directamente con cuerdas. El equipo me colocaba los raíles y yo iba subiendo. Fue la parte más emocionante pues ya en esa zona alcanzamos el objetivo. El último día me cruce con los montañeros de la campaña ‘Yo soy Tenerife’ y fue un encuentro muy bonito y emotivo. Eso me dio fuerzas para no parar hasta el 3.000, y entre todos fuimos una maquinaria de relojería para lograr el objetivo. Ha sido duro pernoctar en la tienda por las noches debido al frío, el viento y la lluvia, y tener que esperar 48 horas para volver a iniciar el ascenso”.

-El Kilimanjaro serán más metros de ascentos, 5.895 metros, pero menos dificultad
“Técnicamente el Teide ha sido muy duro y nos ha preparado física y técnicamente para el Kilimanjaro. Porque la dureza de ir por un camino estrecho nos ha vuelto loco, buscando alternativa para subir y no nos ha facilitado el ascenso. Hemos respetado mucho el medio ambiente y hemos limpiado incluso algunas zonas donde dormíamos cada noche, teniendo muchísimo cuidado con no tocar el camino y las piedras y no dejar huellas a nuestro paso. El Parque Nacional nos dio la enhorabuena porque no hemos dejado ninguna huella medioambiental a nuestro paso, y la única huella ha quedado en el corazón de todos los que hemos subido”.

-¿Satisfecha por lograr todos los objetivos de este reto?
“La magnitud del reto ha sido más grande de lo que pensábamos, pero el resultado ha sido muy positivo. Había venido para llegar hasta los tres mil y lo hemos conseguido, y los prototipos han funcionado muy bien. Además, me llevaré equipo canario para el Kilimanjaro, pues los voluntarios se han entregado totalmente, hemos tenido una bonita la sincronía y tienen que venir conmigo. Carlos Soria (reconocido alpinista que la visitó el último día) me aconsejó que no perdiera tiempo ya que estoy preparada para el Kilimanjaro. Técnicamente el Teide ha sido muy duro y nos ha preparado física y técnicamente. Así que vamos a ahorrar fuerzas y buscar financiación para ir a África con toda la experiencia que he adquirido en el Teide. La gente y las empresas patrocinadoras son conocedoras del esfuerzo, y me gustaría que el ascenso al Kilimanjaro no fuera solo el reto de una gran empresa pues la expedición es grande, los costes son grandes y los prototipos hay que costearlos, sino me gusta el espíritu colaborador que tiene todo el reto y en la página de Diverscity estamos recibiendo aportaciones de todo tipo de particulares y empresas pequeñas.

-Ya ha venido varias veces a Tenerife. ¿Qué encuentra en la isla?
“Llevo viniendo unas seis o siete veces y he entrenado varias veces en altura en el Teide, así que me conozco perfectamente la Rambleta, el Pico, el Refugio de Altavista, el malpaís… Me encanta esta tierra y su gente. Me tratan muy bien y solo me falta comer más gofio para sentirme una tinerfeña más. Ahora estoy disfrutando de un pequeño descanso y disfrutando de las maravillas de vuestra tierra. Solo tengo palabras de agradecimiento para Tenerife y toda la gente que me ayudo, y todos los que han hecho posible algo que, cuando lo planteé, todos dijeron que era imposible. Hemos realizado un documental de todo este reto de ascenso al Teide con unas imágenes maravillosas, y vendremos a Tenerife próximamente a presentar y compartir este trabajo con todos ustedes. Además, tras culminar el Kilimanjaro, sería muy bonito volver a Tenerife y terminar el ascenso al Teide como un acto simbólico y de agradecimiento a Tenerife y a todos los voluntarios, las intituciones públicas y las empresas que nos han ayudado en todo momento. Le aseguro que no me quedo sin volver al Teide”.

-Pese a su discapacidad tiene una vida plena y es una referencia para muchos ¿Cómo lo hace?
“El año pasado me diagnosticaron cáncer de mama y al principio ni pensé, ¿porqué a mí si ya estoy en una silla de ruedas?. Le dije a la doctora que me venía fatal pues me quería ir al Kilimanjaro. Pero dos meses después de operarme y quitarme el pecho izquierdo ya estaba entrenando para el Teide. Este reto se lo dedico a toda la gente que sufre o ha sufrido el cáncer, y que han luchado, luchan y lucharán por superar esta enfermedad. Me he dado cuenta de que cada minuto de la vida cuenta, y que es una oportunidad y un regalo para ser felices. Nos complicamos la vida con cosas que no son tan importantes. Yo invierto en vida, en llenarme de experiencias, conocimientos y del cariño de la gente que me acompaña. Suelo decir que si te mueves tú, el mundo se mueve contigo. No puedo pensar en dedicar mi tiempo a otra cosa mejor que no sea culminar el Kilimanjaro, pues no solo consiste en que suba una montaña, sino que dejaremos un legado tecnológico para favorecer que otras personas con movilidad reducida puedan desenvolverse mejor en la montaña. En este aspecto, me gustaría que el Teide fuera más accesible para las personas con movilidad reducida y en silla de ruedas. Es fácil colocar un elevador que permita subir a la cabina del teleférico a estas personas y que puedan disfrutar de la grandeza de sus vistas”.

Soy mujer, en silla de ruedas y lesbiana; tengo una vida plena”

“En la vida no hay que dormirse. Creo que hay que luchar por tus sueños y rodearte de las personas adecuadas que te trasmitan la energía necesaria para conseguirlas. Quizás algunos piensen que he sacrificado mucho tiempo para mí y en hacer cosas cotidianas, pero tengo la vida que quiero tener, es mi elección, y yo he vivido los momentos muy intensamente. No cambiaría ni un minuto, pues tengo la vida que quiero y la he vivido rodeada de gente maravillosa. Sé que es muy sacrificada, pues no hago cosas normales, pero lucho por mis sueños. En este reto he reunido a gente de todas partes de España y de diez nacionalidades y hemos estado todos unidos y funcionando como uno solo, con una maquinaria perfecta. Tenemos que recordar lo que somos que todos tenemos que ayudar y empujar. Estoy en un gran país que me ha permitido, con toda la diversidad de condicionantes que soy, -ser mujer, en silla de ruedas, apellidándome Hassen-Bey y con mi orientación sexual-, tener una vida plena como persona, y me lo ha facilitado a través deal deporte y gracias a mi trabajo, y a mi esfuerzo y el de las personas que me han ayudado. Por eso soy una diversity girl y siempre digo que no hay discapacidad, sino capacidades diferentes, y cuando las unimos es cuando hacemos entre todos algo grande, y alcanzamos las metas”.

-Siempre estás derribando barreras, orgullosa y sin tratar de ocultar tu orientación sexual…
“Creo que hay que normalizarlo, tanto en la sociedad como en el mundo del deporte. Al principio estaba algo perdida porque no conocía a nadie en mi situación, pero luego comprendi que la gente se enamora de mí y de mi mundo y de mi persona, y no ve la silla de ruedas. Al final lo único que cuenta es si conectas o no con la otra persona, y no importa ni el color de la piel ni la edad ni el sexo. Tras una relación larga con un chico me enamoré de una mujer y es natural, porque yo también me enamoro de las personas por su forma de ser, sea hombre o mujer, y eso es un aspecto que hay que normalizar, sobre todo en el deporte, en el que hay estructuras muy rígidas. Los deportistas tenemos que contar no solo los éxitos y las medallas, sino lo que somos, y cuando nos va bien y mal. Si ya es complicado hacer un reto, un deporte, y la competición, cargas una mochila más al ocultar tus sentimientos. El deporte acoge a todo el mundo, y si tienes algún problema es con las personas que no son tolerantes, y no comprenden que realmente esto no es algo diferente, sino algo normal de tu forma de ser, y que la diversidad enriquece. Es un mensaje que hay que dar, yo soy diversa en ese sentido y no lo tengo que ocultar. Primero soy persona y tengo mis elecciones sexuales y y después me dedico al deporte”.

TE PUEDE INTERESAR