Canarias tiene que prepararse ya para afrontar las consecuencias del cambio climático, que es una realidad “palpable” y que quedó evidenciada en las elevadas temperatura registradas este mismo verano. Así se expresó el consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias, Narvay Quintero, en el foro El impacto del cambio climático en el sector agroalimentario, que organizó EFEAgro en el hotel Santa Catalina de Las Palmas de Gran Canaria. En el encuentro también participaron el presidente de la Asociación de Productores de Plátanos (Asprocan), Domingo Martín; el consejero delegado de DISA Gas y Renovables, Santiago Rull, y el secretario insular de la Coordinadora de Organizaciones Agrarias y Ganaderas de Gran Canaria (COAG), Juan Hernández. La cita estuvo moderada por el delegado de la Agencia EFE en Canarias, José María Rodríguez.
Susana Cuevas, directora de EFEAgro, abrió el turno de palabra para señalar que estos debates para reducir y controlar el impacto del medio ambiente han comenzado precisamente en Canarias, que tiene la dificultad añadida de que es un territorio marcado por la insularidad.
El consejero del Gobierno autónomo fue bien claro al señalar que hay que ser realistas y no se puede mirar atrás al recordar que este mismo verano se ha visto el efecto del cambio climático con la aparición de elevadas temperaturas en las Islas. Para contribuir a reducirlo señaló que el sector agrícola debería apostar más por la innovación y el cambio generacional. Recordó que este es un problema de todos y que a la sociedad le corresponde también aumentar los niveles de consumo de productos de proximidad, que son más frescos, más sanos, eliminan la huella del carbono y además mejoran nuestra economía. “Hay que ser realistas. No se puede mirar atrás. Este mismo verano hemos visto las consecuencias con las subidas de temperaturas”, añadió. El representante de DISA señaló que el archipiélago canario se encuentra a la cola en la producción de energías limpias y tiene que lograr el 30% para cumplir los objetivos que se fijaron en la cumbre de París, que firmaron España y otros 200 países.
Canarias cuenta con “las palancas necesarias”, al disponer de numerosas horas de sol y viento para dar un giro. Santiago Rull ofreció los servicios de la compañía para prestar asesoramiento y, además, el Gobierno de Canarias dispone de subvenciones para utilizar energía limpias, menos dañinas para el medio ambiente y con un ahorro para el usuario.
Domingo Martín fue claro en su exposición al referirse a que el cambio climático ya está afectando a los cultivos de plataneras, con la aparición de fenómenos climáticos adversos y en ocasiones tormentosos. Al estar en el subtrópico, también la producción de plátanos ha aumentado, por lo que es necesario buscar nuevos mercados. A eso se suma la aparición de nuevas plagas más difíciles de atajar, con tratamientos más frecuentes, incluso aéreos.
Señaló que La Palma siempre ha contado con recursos hídricos suficientes, pero que ahora, con la escasez de lluvias, se echa en falta que no se adoptaran antes medidas preventivas, como la creación de depuradoras y desaladoras.
El presidente de la COAG achacó a la actividad humana las consecuencias del actual cambio climático: “Este cambio lo estamos produciendo nosotros”. Apostó por consumir productos de kilómetro 0, es decir, de proximidades, en vez de traerlos de otros lugares.
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