Con el corazón en la mano y el sentimiento a flor de piel. Sufrió el Tenerife Iberia Toscal pero sumó su primer triunfo de la temporada (4-2) ante el Prone Lugo en un partido de máxima intensidad que tuvo muchas fases de juego duro y antideportividad por parte del cuadro visitante lo que hace aún más meritoria la victoria de los pupilos de Óscar García Poveda.
Después de superar los problemas de índole interno de las semanas anteriores y dejar atrás la dura derrota de la semana pasada en la pista del potente Burela, el conjunto capitalino se hizo con tres puntos de máxima importancia con el apoyo de una afición mayoritariamente joven que dejó bien claro que el espíritu de este equipo está bien vivo.
Saúl Marrupe, que volvió a convertirse en ese jugador que vale por doce por su actitud encomiable y entrega hasta la extenuación, adelantó a los locales y aunque Javito igualara poco después la contienda el Iberia Toscal no le perdió la cara al partido. Sergio Parra, que pudo haber jugado su último partido con el cuadro capitalino al contar con una oferta de un club de Primera División, hizo el 2-1 y antes del descanso fue el mismo Parra el que volvía a anotar para llevar el marcador hasta el 3-1.
Tras el paso por los vestuarios el partido se calentó con la mala actitud del meta visitante, Óscar Iglesias, que encendió a una grada que respondió mostrando una actitud exquisita ante las provocaciones. Luego, una pérdida de balón de Ixemad fue castigada con el 3-2 obra de Luis Longo, pero el cuadro toscalero no perdió la cabeza, mantuvo la calma y supo sentenciar con el 4-2 obra de Cristian.
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