La mayoría de la oposición coincide en señalar el “fallo” del Ayuntamiento al no verificar el contenido del espectáculo

La similitud con el caso de los titiriteros en Madrid hace que todos los grupos políticos del Ayuntamiento de Santa Cruz, se muestren prudentes a la hora de exigir responsabilidades concretas porque entienden que no se puede censurar un espectáculo, del tipo que sea, pero sí son coincidentes en que las críticas sobre la idoneidad para menores del espectáculo ofrecido por el youtuber Wismichu en el Teatro Guimerá, debía haber sido controlada por el Ayuntamiento capitalino, lo contratara la institución o no directamente. PSOE, Sí se puede y Ciudadanos son de esta opinión frente a la de IU que estima que la responsabilidad es de la productora. Los tres primeros afirman que el Consistorio debió haber verificado que el contenido del espectáculo del youtuber Wismichu era apto para todos los públicos.

Desde el PSOE, su portavoz, José Ángel Martín, asegura que, partiendo desde la idea de que están en contra de la censura a cualquier expresión artística, “la realidad es que todo espectáculo tiene un público objetivo y en esta ocasión es evidente que ha habido un fallo a la hora de clasificar un contenido que es claramente para adultos y que se mostró en un auditorio con muchos menores”. Para Martín, “han fallado los controles políticos y técnicos a la hora de autorizar este espectáculo”. “Si pasara en otro ayuntamiento estaríamos hablando de maltrato a la infancia o de cosas peores”, concluyó.

Para Sí se puede, Yaiza Afonso, coincide con el PSOE en calificar de “fallo” el control que el Ayuntamiento debió ejercer sobre este espectáculo además de pedir “más autocrítica” al Consistorio. “No pueden decir que es responsabilidad de la productora y ya está, deben asumir que se han equivocado y pedir perdón”. Para Afonso, que no entra a valorar el contenido de la función ofrecida por Wismichu, y por las declaraciones de gente que accedió al teatro, “es evidente que no es apto para menores por su alto contenido sexual”. “La equivocación a mi juicio -continuó- está en que no se dejó claro cuáles eran las edades recomendadas”. Afonso también cree que es similar a lo que pasó en Madrid con los titiriteros, “los espectáculos tienen que estar dirigidos a las edades adecuadas”.

Para la concejal de Ciudadanos, Evelyn Alonso, el Ayuntamiento, como responsable de la programación cultural, está obligado a “un mayor control en la programación antes de su estreno en la capital”, para así evitar que “la ciudad y los vecinos tengan que soportar un espectáculo tan dantesco como el del youtuber Wismichu”. Ciudadanos pide a la corporación que “aunque no sean los responsables directos de traer al artista al Teatro Guimerá, sí que son responsables de velar por los contenidos que se ofrecen a los tinerfeños”, y por tanto de exigir “a las productoras que informen detalladamente del espectáculo y que adviertan correctamente de la edad mínima de su visionado”. Ya que ha añadido que “si bien el espectáculo advierte que puede herir sensibilidades, no es ni de lejos apto para los menores de 18 años”.

Ramón Trujillo (IU) fue el único que defendió que la responsabilidad en este asunto debe recaer exclusivamente sobre la productora del evento. “Rechazamos que un público infantil tenga que presenciar espectáculos que banilizan cosas como la pederastia, no es nada apropiado”. Como explicó Trujillo “la libertad de expresión ampara la zafiedad de esta gente pero la responsabilidad debe estar en los propios artistas o productoras que clasifican el tipo de espectáculo”. El concejal de IU asegura que “el área de Cultura no tiene porque supervisar todos y cada uno de los proyectos que se ofertan en el Guimerá y máxime cuando esto no había ocurrido nunca en Santa Cruz”.