Luis Espinosa: “Si se fían de este libro para hacer excursiones, se pierden”

El médico presenta ‘'rochas, caminos y veredas', en el que se puede encontrar mucho cariño por el paisaje y la naturaleza
El doctor Luis Espinosa en la biblioteca de su casa durante una entrevista / FP
El doctor Luis Espinosa en la biblioteca de su casa durante una entrevista / FP

Su pasión por la naturaleza y por descubrir rincones comenzó desde muy joven. Con 14 años y con autorización de su padre, Luis Espinosa hizo su primer sendero y desde entonces no paró. El último fue la semana pasada, a la pista de Los Dornajos, en Anaga, un trayecto de cinco kilómetros que no conocía, acompañado de dos buenos amigos. Fue salir del coche y sentarse en una piedra para comprobar todo lo que le transmitía el lugar.

Quien fuera durante 36 años médico del hospital La Inmaculada, en Puerto de la Cruz, creció muy cerca del mar, a escasos metros del Paseo San Telmo, pero siempre le gustó la montaña aunque no puede explicar por qué.

Trochas, caminos y veredas es su último libro, que será presentado el jueves a las 19.30 horas en el Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias. En realidad, aclara, es un libro del Grupo de Montañeros Luis Espinosa, al cual pertenece, ha sido uno de sus fundadores y lleva su nombre “sin habérselo consultado”, bromea. Junto a sus integrantes, muchos de ellos viegos amigos y familia, descubrió y disfrutó de preciosos paisajes, no sólo en Tenerife y en Canarias, sino en la Península y otros países. A sus 85 años, todavía le quedan ganas de caminar y muchos lugares por descubrir.

Fue en la década de los 90 cuando Juan Antonio Acevedo le propuso fundar un grupo cuyos orígenes se remontan a la Peña Baeza y que actualmente lo conforman unas 70 personas. Ello les permitía, entre otras ventajas, tener un seguro y una tarjeta federativa que cubre al senderista en caso de adversidad.

A diferencia de otros ejemplares sobre la materia, lo que se puede encontrar es mucho cariño por el paisaje y la naturaleza. “Si se fían del libro para hacer excursiones se pierden, porque no habla de pistas, ni de kilómetros, y en cambio dice muchas tonterías, si el día era soleado o había nubes, si nos encontramos animales por el camino y ese tipo de cosas”, relata el médico montañero.

Sin grandes descripciones topográficas ni geográficas, precisiones innecesarias o advertencias que rozan lo común, el libro incita a hacer cada uno de los 30 senderos, a disfrutar de las vistas y sobre todo, de la buena compañía. Porque eso es lo que ha hecho siempre Luis Espinosa en cada una de sus caminatas.

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