Un mal necesario

Hay una película fantástica y que ahora recomiendo más que nunca llamada El señor de la guerra protagonizada por Nicolas Cage que define, a mi juicio, a la perfección lo que está ocurriendo en estos momentos con el terrorismo yihadista

Hay una película fantástica y que ahora recomiendo más que nunca llamada El señor de la guerra protagonizada por Nicolas Cage que define, a mi juicio, a la perfección lo que está ocurriendo en estos momentos con el terrorismo yihadista. El filme cuenta la historia de un traficante de armas que amasa indecentes sumas de dinero haciendo lo que mejor se le da: vender armas. La película narra también la relación entre este traficante y sus clientes, entre ellos importantes dictadores afincados en África. Pero, en mi opinión, y lo que más se asemeja a lo que está ocurriendo en Europa con el terrorismo se refleja en la última escena de esta película donde Nicolas Cage, que interpreta al traficante, explica al intrépido detective de la Interpol que lo ha detenido que no pasará ni un segundo en la cárcel porque aquellos a los que él vende las armas, son los enemigos comunes. Y Estados Unidos lo necesita para hacer el trabajo sucio. En definitiva: él es lo que se llama un mal necesario. Lo mismo ocurre con Europa. El problema del terrorismo y de todo lo que está ocurriendo se acabaría cuando los yihadistas dejen de obtener financiación o, al menos, aquella que procede de Occidente. Europa tiene un grave problema de hipocresía y no se ha dado cuenta de que, con el terrorismo, tiene un problema muy serio. Puede sonar duro, pero estamos en guerra. Evidentemente los conflictos bélicos han cambiado. Ya no se necesitan tanques ni armamento pesado para ir conquistando territorios. Basta con sembrar el caos y el terror y esto es justamente lo que consiguió ISIS la pasada semana en Bruselas y en París. La capital de Europa quedó blindada. Sin comunicaciones. Sin transporte. Con una población aterrorizada y el ejército en las calles. Esto es lo que ocurre en las guerras. No hacen falta tanques, solo cuatro personas dispuestas a dar su vida por una causa y unas cuantas bombas caseras. Por ello, Europa y sus dirigentes, esos mismos que lloran la muerte de sus paisanos, deben dejar de ser hipócritas y empezar a cortar cualquier tipo de transacción económica que pueda reportar financiación a estos grupos, también con el petróleo. No será el fin, porque queda mucho por hacer y mucha historia que entender, pero es un comienzo para evitar cualquier mal necesario.

@MariaFresno72

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