Este fin de semana me entró la pájara, que es lo mismo que les sobreviene a los ciclistas cuando las piernas no les responden y entran en un estado de no dar golpe. Yo vengo oyendo eso de la pájara desde los tiempos del cólera, pero no me lo creía; pensaba que era un invento de los que pedalean por esas rutas de Dios. Es verdad, lo he comprobado. No sé lo que motivó tal estado de desánimo, quizá lo que estoy viendo delante de mis narices. Hablan de los maletines del fútbol, sin pruebas. ¿Y que hay del maletín monstruoso de 7,1 millones de euros de Chávez, el extinto caudillo venezolano, a Podemos, o a una fundación de Podemos? ¿Es que no hay tribunal que investigue esto, ya que ellos tanto claman porque sea la justicia la que diga la última palabra? A un pobre que se le escapa un euro de su declaración de la renta se lo meriendan, pero a estos golfos no les ocurre nada.
Se vacilan del sistema y lo utilizan a su antojo y siguen presumiendo de honrados ante sus descamisados. Manejan como nadie la demagogia y captan hasta a personas supuestamente formadas que sólo creen lo que ellos dicen. Ahora, en coalición con IU, a la que van a sacar de la quiebra, se lanzan al ruedo, después de vacilarse del PSOE y del lerdo de su líder, al que han puesto a los pies de los caballos. ¿Qué izquierdona es ésta, señor mío, que está poniendo a España, o a lo que queda de ella, a los pies de los caballos? ¿Qué izquierdona es ésta que recluta ya a jueces estrella y a militares de alto rango? Que Dios nos ampare, por imbéciles. Y yo con la pájara.
