
El Partido Animalista Contra el Maltrato Animal (PACMA) ha hecho el más difícil todavía. Sin implantación en las islas menores, con un grupo de voluntarios que se cuenta con los dedos de las manos y menos de 1.000 euros de presupuesto, ha vuelto a mejorar resultados electorales en Canarias, pues en las generales del pasado domingo se situó como sexta fuerza más votada. Las urnas esta vez le han dado 14.936 votos, el 1,53% del total, un incremento de 3.048 apoyos con respecto a las elecciones de diciembre, en datos correspondientes al Congreso.
“Estamos muy contentos, porque nos ha costado mucho poder difundir nuestro mensaje más allá de las redes sociales, ya que ni siquiera nos han dado espacio en algunos ayuntamientos para colocar carteles”, afirma la cabeza de lista al Congreso, Candelaria Oval.
El PACMA, que carece de sedes en Canarias, tuvo 20.000 euros de presupuesto para su campaña electoral en toda España, gracias a las aportaciones de 2.500 afiliados. No tiene implantación en La Gomera ni en El Hierro, y en La Palma una voluntaria mantiene vivo el mensaje del partido. De ahí que, para Oval, “quienes deseen ser miembros y colaborar serán bienvenidos”. La forma de contactar con este partido es a través de sus cuentas de Facebook en Gran Canaria y Tenerife.
La candidata tinerfeña al Senado, María José Martín -octava más votada, 11.591 votos-, atribuye el creciente apoyo al PACMA a que “la gente va enterándose de que no solo defendemos a los animales, sino también a las personas, con medidas de justicia social y de defensa del medio ambiente”.
En toda España el PACMA obtuvo 284.848 votos, casi tantos como el EAJ-PNV (286.215, logró cinco diputados) y muchos más que EH-Bildu (184.092, dos parlamentarios) y Coalición Canaria (78.000, una diputada). “Es un sistema electoral injusto, por eso queda un sabor agridulce de no poder tener representación en las Cortes”, lamenta.
Los voluntariosos miembros de este partido en Canarias anuncian que seguirán promoviendo la prohibición de las peleas de gallos -y las peleas de toros en la península- y los circos, y que los zoológicos se reconviertan en santuarios para animales. Que se endurezca el Código Penal para los maltratadores de animales es otra de sus reivindicaciones. “Somo un partido animalista muy humano”, reiteran.