
El concejal de IU en Santa Cruz, Ramón Trujillo, pidió ayer la comparecencia del concejal de Cultura, José Carlos Acha, para que informara sobre el funcionamiento de la comisión de Memoria Histórica, así como sobre el futuro del monumento a Franco que se localiza al final de la Rambla de Santa Cruz. El edil dijo que el “el monumento en sí mismo es un acto de vandalismo”, para justificar su retirada y criticar además la idea avanzada por Acha de dejarlo donde está pero reinterpretando su sentido. “Eso es lo mismo que coger el anagrama de ETA, convertirlo en monumento, y después decir que se reinterpreta”, defendió Trujillo. “El que quiera deleitarse con su contemplación que se busque un sitio para ello”. El resto de grupos de la oposición apoyaron la necesidad de retirar el monumento de Juan de Ávalos, “cómo reinterpretar a un represor”, se preguntó la concejal socialista Elena Mateo.
Por su parte, Acha, defendió que el monumento está protegido por la Ley de Memoria Histórica puesto que es una obra de arte y por tanto no se puede destruir. “No tiene ningún símbolo fascista y es posible reinterpretarlo”, defendió. Acha, además, informó de que la comisión va a encargar a un investigador de la Universidad de La Laguna el estudio de los nombres de la treintena de calles que finalmente serán analizadas para cambiar su denominación atendiendo a la Ley de Memoria Histórica. Será después del Carnaval cuando se contrate.