Un fallo en uno de los frenos de seguridad, posible origen de la avería

Es una de las líneas principales de la investigación en la que trabajan los técnicos para averiguar el motivo del desperfecto que hizo saltar por completo el sistema de seguridad del funicular
Las torres de la instalación se cambiaron en el año 2008 y el sistema electrónico se recovó completamente hace dos años. Sergio Méndez

Un fallo en uno de los frenos de seguridad puede haber sido el origen de la avería que se produjo el miércoles en el Teleférico del Teide, que activó el sistema de seguridad que bloquea el movimiento de las dos cabinas y obligó a rescatar a las 30 personas que iban en cada una de ellas además de las 168 que se encontraban en la cima del volcán.

Aunque los dos frenos de seguridad realizan la misma función no deberían haber saltado al mismo tiempo, por eso esta es una de las líneas principales de la investigación en la que trabajan los técnicos para averiguar el motivo del desperfecto. No obstante, no pueden precisar por ahora en cuál de ellos se produjo el error y por eso no quieren apresurarse a dar una conclusión definitiva sobre lo ocurrido, indica el director técnico de Teleférico del Teide, Luis Pintor.

Son sistemas que saltan de modo autónomo, nadie los acciona, explica. “La instalación tiene una monitorización continua de todos ellos, tanto de electrónica como de funcionamiento, que queda registrada, pero en el momento de la avería nadie pulsó ningún botón ni realizó ninguna acción dentro del teleférico. Tampoco en el interior de la cabina, como se apuntó en un primer momento”, confirma.

Desde el jueves técnicos de Teleférico del Teide y de las empresas Doppelmayr/Garaventa y Fatzer, responsables de la fabricación del funicular y de los cables, respectivamente, de desplazaron desde Suiza para comenzar a analizar y determinar el motivo de la avería.

El último técnico de Fatzer se añadió ayer a las 14.30 horas y su cometido es comprobar todo el sistema de cables que están implicados en el teleférico y asegurarse de que el fallo no ha causado ningún daño en ellos. “Entendemos que no lo ha habido, pero sí es importante tener el certificado que corrobore que es así para no estar con hipótesis sino con certezas”, subraya Luis Pintor.

Primeros esfuerzos

Los primeros esfuerzos fueron encaminados a desbloquear la instalación en el punto que se había quedado como consecuencia del desperfecto. Ello requirió un trabajo intenso por parte de todo el personal pero el jueves se consiguió volver las cabinas a las estaciones y moverlas.

Sin embargo, todavía existen algunas dudas técnicas y para solventarlas, ayer se intentaron recrear las mismas condiciones en las que se produjo la avería. Una vez comprobados todos los sistemas y que se tuvo claro que funcionaban, se procedió a hacer la prueba aunque las condiciones climáticas impidieron llevarla a cabo como estaba previsto.

Se cargaron las cabinas con peso, que simulaban a los pasajeros, y se realizó un viaje de las mismas características que el que tuvo lugar el miércoles. También se tomaron las mismas decisiones para provocar una situación exacta ya que eso arrojaría más luz sobre las causas.

Lo cierto es que hasta la tarde-noche de ayer no se tenía un 100% de certeza sobre las causas. La información recabada en los dos últimos días apunta hacia donde puede ir encaminado el fallo y descarta otras posibilidades, como la rotura de un cable, como también se especuló inicialmente.

Los técnicos no se han puesto ningún objetivo de tiempo, aunque les interesa tener los resultados “cuanto antes” y por eso trabajan sin cesar desde la mañana “y por la noche si es necesario”, matiza Pintor.

Certeza para operar

El funicular funciona desde el jueves por la tarde. Pero la empresa no operará hasta no tener la certeza de que hay total seguridad para los pasajeros.

Luis Pintor lleva en Teleférico del Teide desde 2003 y asegura que es la primera vez que con buenas condiciones climatológicas, el sistema se bloquea totalmente e impide que las cabinas vuelvan a la estación. Recuerda que en el año 2006 vivió otro rescate pero fue provocado por un cambio climatológico muy drástico y el procedimiento no requirió la dificultad que conllevó el del miércoles. Entre otros motivos, porque solo fue una cabina y estaba muy cerca de la estación.

El funicular fue remodelado en 1998 pero cada año se cambian cosas y se actualizan los sistemas. El electrónico se renovó por completo hace dos años, y las torres se cambiaron en 2008.

Los bomberos alertan que el incidente sacó a relucir las anomalías y carencias del servicio

El comité de huelga y la Junta de Personal de Bomberos de Tenerife alertan de que el rescate del miércoles en el teleférico de El Teide ha sacado a relucir todas las carencias y anomalías que vienen denunciando en el servicio público que presta el Consorcio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento de la Isla de Tenerife.

Aseguran que la operación se resolvió satisfactoriamente gracias al esfuerzo y el empeño de la plantilla, pero con numerosas carencias que “han llegado a comprometer tanto la seguridad de las personas evacuadas, como la de los propios profesionales”, sostienen en un comunicado.

Subrayan que la escasez de bomberos de guardia en la Isla, “obligó a activar al resto de profesionales que integran la plantilla, incluso a los que habían trabajado el día anterior o debían hacerlo al día siguiente, con lo que muchos han tenido que hacer guardia en turnos seguidos”. Aclaran que no discuten la realización de trabajo extra por causas de fuerza mayor, pero que todos hayan tenido que ir a trabajar “obligatoriamente, sin respetar las libranzas ni el descanso de muchos de ellos, repercute de forma negativa en la calidad de su trabajo, teniendo en cuenta que muchos han tenido que estar hasta 36 horas seguidas y no solo en ese rescate, sino en todos los sucesos ocurridos en la Isla”.

Por otro lado, reiteran que todo el entorno de Las Cañadas es un “punto débil” en el mapa insular de rescate y salvamento, ya que el acceso a la falda del Teide está a una hora de distancia de los parques del Norte y el Sur de la Isla. Por eso insisten en crear una dotación de bomberos con base fija en Las Cañadas para aminorar el tiempo de respuesta y evitar que el resto de Tenerife quede mal cubierto.

“Es obvio que no hubiera sido lo mismo si los bomberos hubieran podido empezar las labores de evacuación y rescate en cuestión de minutos, en lugar de una hora después de que se produjera la avería y se pidiera ayuda”, como ocurrió. De haber sido así, menos personas hubiesen tenido que pasar la noche en la cumbre.
Asimismo, hacen hincapié en que este incidente ha puesto de manifiesto las debilidades formativas, ya que solamente unos pocos bomberos han tenido la oportunidad de realizar un curso formativo de evacuación en el propio teleférico. También el escaso equipamiento de ropa, material de rescate, e iluminación que se han encontrado.

Desmentido del Cabildo

Desde el Cabildo de Tenerife aseguran que todas las decisiones en el rescate siguieron un protocolo de actuación en función de la valoración de los mandos de los diferentes cuerpos de seguridad. Se sienten satisfechos por cómo funcionó todo el dispositivo y lamentan el “uso oportunista” que se intenta transmitir con un tema tan serio que pone en riesgo la imagen de la Isla y en duda el trabajo de quienes velan por la seguridad de toda la ciudadanía.

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