Preguntas Poderosas

Dado que un auténtico coach jamás aconseja o dice lo que hay o no hay que hacer, el 99’9% del tiempo de una sesión se lo pasa preguntando

No hay herramienta para un coach comparable a una buena pregunta. Dado que un auténtico coach jamás aconseja o dice lo que hay o no hay que hacer, el 99’9% del tiempo de una sesión se lo pasa preguntando. No tengo respuestas, pero estoy entrenado a hacer preguntas poderosas en momentos oportunos. Así consigo que mi cliente cambie su forma de ver esa situación que considera problemática y se abra a nuevas opciones que hasta entonces no había contemplado.Yo llamo a la pregunta “el sacacorchos lingüístico”: destapa bloqueos, libera pensamientos, genera nuevas respuestas.

Algunos ejemplos sencillos:

– Ante un “no puedo”: ¿qué te lo impide? ¿Qué sí puedes hacer? ¿No puedes o no sabes cómo?
– Ante un “no sé”: ¿qué sí sabes? ¿Cómo sería si supieras? ¿Quién puede saberlo?
– Ante un “siempre me pasa lo mismo”: ¿Qué se te ocurre que puedes hacer diferente? ¿Dónde estás poniendo el foco de tu atención? ¿Qué te falta para obtener el resultado que buscas?

Puedo detectar el poder de la pregunta cuando observo que mi interlocutor cambia su postura corporal, abre los ojos, asiente con la cabeza. También puede verbalizar cosas como “pues nunca me lo había planteado” o “déjame pensar”. O bien todo lo contrario: guarda un largo silencio en el que su mirada se queda mirando al espacio. Cada cual la integra según su temperamento, pero lo fascinante es que la pregunta poderosa genera un rumbo totalmente distinto en la conversación porque es capaz de cambiar hasta emoción de la persona que está viviendo conmigo una sesión de coaching.

Pruébalo tú: la próxima vez que alguien te cuente un problema te invito a que renuncies a dar consejos u opiniones y a que te centres en formular preguntas que comiencen con partículas interrogativas como cuándo, dónde, cómo, por qué o para qué. Y observa lo que pasa.

www.andresbrito.com

TE PUEDE INTERESAR