Agua que no has de beber… – Por Javier Abreu

El ingreso en prisión de Ignacio González, expresidente de la Comunidad de Madrid, es el penúltimo capítulo de la llamada Operación Lezo, que investiga la supuesta corrupción en la empresa pública de aguas Canal de Isabel II

El ingreso en prisión de Ignacio González, expresidente de la Comunidad de Madrid, es el penúltimo capítulo de la llamada Operación Lezo, que investiga la supuesta corrupción en la empresa pública de aguas Canal de Isabel II. El penúltimo, también, escándalo de un dirigente del PP nos ha tenido entretenidos durante los últimos días y ha puesto de actualidad un tema que aquí en Canarias no es nuevo: la gestión de las empresas públicas del agua.

Por empezar por lo que nos queda más cerca, temporalmente hablando, Canal de Isabel II ganó en abril de 2013 el concurso para gestionar durante 30 años el agua de las islas de Lanzarote y La Graciosa. El canon requerido era de 50 millones, a los que el Canal añadió 54 millones adicionales en inversiones, según explicaron entonces sus responsables, unas razones que no convencieron entonces a algunas fuerzas políticas y sindicales… Y otra casualidad, una de las detenidas, María Fernanda Richmond, ocupó hasta el año pasado un puesto relevante en la empresa que gestiona el agua pública de Lanzarote.

Pero hay más, si no me falla la memoria, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria acordó intervenir Emmalsa -la empresa pública de gestión del agua- en el año 2014 por disconformidad con la forma en la que los socios privados han llevado la gestión de la concesión pública del servicio, una polémica que terminó con una denuncia ante la Fiscalía de Las Palmas, a raíz de la cual se abrieron diligencias contra varios directivos de la empresa por delito societario y malversación de caudales públicos.

Ese mismo año, en 2014, otro ayuntamiento, en este caso el de Santa Cruz de Tenerife, intervenía también la empresa pública de gestión del agua que había sido privatizada. En esta ocasión, el incumplimiento de los compromisos adoptados y de las inversiones provocaron la decisión, después de imponerle multas a la concesionaria y detectar subcontrataciones sin autorización municipal. Un capítulo más de esta polémica se produjo el año pasado, cuando Emmasa decidió llevar al Ayuntamiento a los tribunales por el servicio de alcantarillado, ya que el Consistorio considera que la empresa del agua debe encargarse de la inversión y mantenimiento de las infraestructuras de pluviales, a lo que dicha entidad se niega. Y seguimos…

En este caso, lo viví en primera persona porque aún era concejal con responsabilidades en el Ayuntamiento de La Laguna. ¿Se acuerdan de la amenaza de José Manuel Bermúdez de que Santa Cruz no iba a depurar las aguas de La Laguna? Dije entonces, y lo repito ahora, que CC y Emmasa timaron a los vecinos de Santa Cruz, La Laguna y El Rosario, porque pagaron por un servicio que luego no se ha prestado según los términos pactados. ¿Qué han hecho con todo ese dinero? ¿En qué se lo han gastado si no ha sido en implementar la capacidad de depuración de sus instalaciones? ¿Por qué nos cobraban si sabían que no podían cumplir con su parte del trato?, son preguntas a las que aún no me han respondido. ¿Recuerdan por qué me cesaron en el Ayuntamiento de La Laguna? Por pedir una auditoria de la gestión de Teidagua, la empresa mixta de abastecimiento de agua. Por abrir un pozo que permitió que 50.000 personas dejaran de tener problemas con el flúor y un ahorro de tres millones de euros… que empresarios privados dejaron de ganar.

Y un último apunte. Recuerdan el informe del Tribunal de Cuentas del Estado, según el cual, entre Fuerteventura, Lanzarote y Tenerife, las fugas de agua en las redes públicas ocasionaron pérdidas de 142,5 millones de euros entre los años 2007 y 2011? Dicho informe detectó anomalías e irregularidades administrativas en contratación de obras y suministros. Y nadie quiso dar explicaciones. Las aguas bajan turbias, como las que arrojamos al mar sin depurar año tras año en unas Islas que se supone deben cuidar su entorno para que no falle el turismo, el motor que nos hace crecer. Mientras todo esto sucede, seguimos pagando facturas importantes por el consumo de un bien esencial: el agua potable. Que haya pérdidas en la red, que la gestión sea manifiestamente mejorable, que se hayan intervenido las principales empresas públicas de gestión, que se viertan aguas no tratadas al mar parece no importarle a nadie. ¿Agua que no has de beber… déjala correr?

*Cabeza de lista del PSOE de La Laguna y concejal

TE PUEDE INTERESAR