Adán Martín, en el eje regional del pensamiento político a largo plazo

Diez años después de su retirada de la actividad institucional, para dedicarse a la consultoría industrial y a proyectos de innovación empresarial, uno de sus grandes sueños comienza a despertar
Adán Martín Menis, presidente del Gobierno de Canarias entre 2003 y 2007, durante una sesión en el Parlamento regional. DA
Adán Martín Menis, presidente del Gobierno de Canarias entre 2003 y 2007, durante una sesión en el Parlamento regional. DA
Adán Martín Menis, presidente del Gobierno de Canarias entre 2003 y 2007, durante una sesión en el Parlamento regional. DA

Cerca de cumplirse diez años de la retirada política de Adán Martín Menis, en julio de 2007, las hojas del calendario han dado frutos. El Eje Transinsular de Infraestructuras del Transporte es una ramificación del pensamiento visionario de quien fue presidente del Gobierno de Canarias desde 2003, al final de un recorrido que arrancó en las elecciones municipales de 1979. Concejal en Santa Cruz de Tenerife por la UCD, previamente a la fundación de ATI -cuya secretaría general asumió durante ocho años-, ejerció de teniente de alcalde hasta 1987.Entre 1981 y 1982 desempeñó las funciones de consejero de Industria y Energía en la preautonómica Junta de Canarias. Ya con el Estatuto, llevó la cartera de Obras Públicas. Presidió el Cabildo de Tenerife (1987-1999), tarea que compatibilizó con la de diputado en el Congreso de 1993 a 1996.

Mesa del Consejo de Gobierno de Canarias. / DA

Con Román Rodríguez ocupó la vicepresidencia y dirigió Economía y Hacienda (1999-2003). Si aún viviera -falleció en octubre de 2010-, probablemente se identificaría con el francés Emmanuel Macron, por su europeísmo y la libre circulación de ideas a derecha e izquierda de la autopista del pragmatismo. Como muchos que venían del centrismo de Adolfo Suárez, se vistió de nacionalista porque estaba de moda. Martín no era adanista, “hábito de comenzar una actividad cualquiera como si nadie la hubiera ejercitado anteriormente” (Real Academia Española). Al contrario, mejoró lo bueno que iba camino del anquilosamiento y amplió el horizonte para que otros terminaran lo que él empezó. Esa perspectiva le llevó a consolidar el estatus de Canarias en la Unión Europea y mandó a las Cortes, a través del Parlamento, una propuesta de reforma del Estatuto devuelta por conveniencias partidistas. Al cabo de una década, se repite el primer lugar del enunciado con riesgo de que se complete por culpa de las discrepancias sobre el sistema electoral, una modificación que agrupa a la mayoría opositora (PSOE, PP, Podemos y NC) y preocupa a Coalición Canaria.

Adán Martín, en una recepción de los reyes Juan Carlos y Sofía. / DA

Adán Martín actualizó las directrices de ordenación territorial, que en la práctica entierra la nueva Ley del Suelo. Defendió “un crecimiento selectivo territorialmente, de economía diversificada hacia la sociedad del conocimiento, la agricultura y ganadería de consumo y un turismo de calidad”. Aunque reconocía en el turismo un motor capaz de sacar a Canarias de su atraso secular, comprendía que había que pararse en el punto exacto: “Ahora hay que aplicar las Directrices de Ordenación General y del Turismo, establecer la gestión adecuada entre el Gobierno, los cabildos, los ayuntamientos, las patronales y los sindicatos”.

En el Ayuntamiento, construyó el primer plan urbanístico de Santa Cruz y el de barrios. Mediante el PERI, preservó los edificios antiguos. Posteriormente, en el Cabildo, impulsó más de cuarenta planes insulares coordinados con las corporaciones locales: Plan Tenerife Verde; Tenerife y el Mar; el de embellecimiento de la isla; el Plan de Rehabilitación del Patrimonio Histórico; el Plan de Infraestructuras Culturales y Deportivas; el Plan de Terreros de Lucha; la Red de Museos… De esa etapa quedan como símbolos el Auditorio de Tenerife Adán Martín, diseñado por Santiago Calatrava, y Tenerife Espacio de las Artes (TEA), que acoge el museo contemporáneo Instituto Óscar Domínguez, el Centro de Fotografía Isla de Tenerife y la Biblioteca Municipal Central.

Adán Martín, con José Luis Rodríguez Zapatero en la Moncloa. / DA

Martín cuantificó en 7.000 millones de euros el coste de las inversiones en las infraestructuras aéreas, portuarias y terrestres a doce años vista (2005-2017) para favorecer la conectividad de una tierra única.

“En ese estado de tranquila alegría en que el ser humano se instala cuando sus principales objetivos se van cumpliendo” (discurso de investidura), acarició la felicidad.

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