la gestión de los ecosistemas forestales en canarias

Denuncian tala clandestina de madera en La Palma para venderla en Tenerife

Empresarios tinerfeños afectados por esta competencia desleal piden la colaboración de ambos cabildos contra esta práctica ilegal
Imagen de una zona de monteverde en La Palma que ha sufrido una matarrasa. DA

Empresarios rematantes de monteverde en Tenerife denuncian talas clandestinas a matarrasa en La Palma para la posterior venta del material en Tenerife, lo que, a su juicio, constituye una práctica ilegal que no solo daña el ecosistema canario, sino también a quienes legalmente se dedican a esta actividad por sufrir competencia desleal.

Rematantes que se consideran afectados han solicitado por ello una reunión conjunta con autoridades de los cabildos de ambas islas, en el caso del palmero para evitar estas talas furtivas, en las que se cortan ejemplares de forma indiscriminada, incluidos brezos, hayas y laureles de mayor diámetro del permitido, y, en el caso del tinerfeño, para que evita su comercialización en la Isla, que tiene como destino sobre todo bares y restaurantes y productores de carbón vegetal.

Así lo ha explicado a DIARIO DE AVISOS el abogado Juan Daniel Fajardo de varios rematantes perjudicados en Tenerife, quien asegura que los afectados no han recibido hasta ahora respuesta satisfactoria a sus demandas. Por razones diferentes: el Cabildo palmero alega que no cuenta con suficientes agentes forestales para impedir estas talas ilegales y dar con los responsables, y el Cabildo tinerfeño por entender que el problema se genera en La Palma y atañe, por tanto, solo a esa isla.

En cualquier caso, los empresarios afectados continuarán tocando a la puerta de ambas corporaciones insulares, en demanda de una reunión conjunta, ya que entienden que en la solución deben implicarse las dos. De ahí que lamenten que las dos corporaciones insulares hayan adoptado hasta ahora lo que observan como una “posición pasiva” ante estos hechos.

El representante legal de estas empresas, radicadas en Tenerife, invoca la legislación al respecto, y recuerda que en enero de 2016 entró en vigor una reforma de la Ley de Montes, a la que el Cabildo de La Palma “no se ha adaptado”. “Pero lo más grave”, argumenta, “es que la pasividad de dicha institución se ha trasladado al control que deberían realizar sobre los aprovechamientos forestales, puesto que existen una reglas básicas que hay que cumplir, y se debe intervenir pues son objeto de infracción, como es el caso de la corta a hecho, también conocida como corta a matarrasa, que está restringida por ley”.
El letrado pone de relieve que con la nueva modificación de la Ley de Monte se prohíbe el corte de más de 20 estéreos de leñas por los rematantes. El estéreo es una unidad de medida referida al volumen de maderas y leñas que equivale aproximadamente a 0,66 metros cúbicos, y que se utiliza desde antaño.

Sin embargo, en La Palma “desde hace varios meses se viene realizando una tala indiscriminada de monteverde, concretamente de brezo y faya, introduciendo la leña resultante en Tenerife para su venta”, según subraya el abogado.

Hasta ahora, se han documentado estos destrozos en los municipios de Barlovento, Breña Alta y Mazo.
Los rematantes de Tenerife muestran su “indignación” dado que con estos incumplimientos de la normativa “se está instaurando una competencia desleal, llegando numerosos containers a esta isla por los puertos de Tenerife”. Y es que los cortes, como tratan de demostrar con las imágenes que han cedido a este periódico, se producen arrasando todo el bosque, incluidos troncos de diámetro superiores a los permitidos, es decir, de más de 15 centímetros.

Uno de los ejemplares talados, mayor que los 15 centímetros permitidos. DA

De ahí que estos empresarios – algunos de los cuales advierten de que tal competencia desleal pone en riesgo la propia supervivencia de la actividad, la limpieza de los montes, y, consiguientemente, los puestos de trabajo- se preguntan “¿dónde están los a-gentes que han de llevar el control de estas prácticas?. Ni se les ve, ni se les espera”. Los afectados relatan incluso testimonios de vecinos de la Isla Bonita según los cuales dichos cortes indiscriminados se están realizando incluso sin permiso de los dueños de los terrenos, cuando se llevan a cabo en suelo privado, “lo que implica que presuntamente se puedan estar cometiendo infracción penales”, en palabras de Juan Daniel Fajardo.

A su juicio”se genera un agravio a cualquier rematante de cualquier isla que cumpla con la normativa, incluido los propios de La Palma”. “Y cumplir con la normativa”, subraya, “ implica realizar cortes entresacados, lo que supone mayor tiempo empleado en esta labor, y respetar los diámetros de corte, dado que si la corta es superior supone más volumen de una sola vez que si se talan dos árboles de 10 centímetros, con lo cual, en la búsqueda de maximizar beneficios, en parte de La Palma se están ha-ciendo a matarrasa”.

Los rematantes tinerfeños que se ven perjudicados han de-cidido airear el problema, después de haber presentado diversos escritos en los dos cabildos, y convencidos de que “ambas instituciones pueden colaborar, al igual que lo han hecho en otras materias.Por ello, creen llegado el momento de “denunciar públicamente lo que está sucediendo en el sector, máxime cuando ello va a generar la desaparición de los empleos de las pocas familias tinerfeñas que se dedican al sector, dado que dichos furtivos de la Isla de La Palma coloca los cortes a menor coste en Tenerife, pues les cuesta menos la producción al cortar a matarrassa y en diámetros superiores a los permitidos”.

“Los cabildos insulares disponen de planes de aprovechamiento forestal anual, que regulan esta actividad, y nos han comentado desde el Cabildo palmero que las talas a matarrasa en ningún caso cuentan con autorización de esta institución”, manifiestan los afectados.

Cabe recordar que el Gobierno de Canarias tiene previsto presentar ante el Parlamento regional un proyecto de Ley de Montes autonómica, unas de las 40 iniciativas legislativas recogidas en su agenda hasta 2019, según acordó en un Consejo celebrado en agosto del pasado año.

Se cortan ejemplares de más de 15 centímetros de diámetro

Los empresarios tinerfeños que se consideran afectados por competencia desleal con madera palmera recuerdan que, por ley, no se pueden hacer matarrasas ni cortar ejemplares de haya o brezo de más de 15 centímetros, normas que, denuncian, se están incumpliendo en las matarrasas ilegales que desde hace meses se han producido en La Palma.

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