entrevista a luis del olmo

“Conocí a Puigdemont cuando era alcalde, entonces me pareció un mediocre”

Luis del Olmo en el hotel Mencey | Foto: Sergio Méndez
Luis del Olmo en el hotel Mencey | Foto: Sergio Méndez
Luis del Olmo en el hotel Mencey | Foto: Sergio Méndez

Dicen que la voz es lo último que envejece, pero la suya no morirá porque ya es leyenda viva de la radio española. Viene a recoger el Premio Taburiente que le ha concedido este año la Fundación DIARIO DE AVISOS, que agradece con entusiasmo justo antes de marchar hacia la gala de los Princesa de Asturias. Este leonés de cuna afincado en Barcelona es un español universal al que es obvio que le duele lo que está ocurriendo con el reto secesionista catalán. Cuando nos recibe en el Hotel Mencey, llama la atención su altura y aparenta una fatiga que, súbitamente, desaparece desde que comienza la entrevista, como si se hubiera encendido el piloto rojo y estuviéramos en directo. Es la voz de Luis del Olmo (León, 1931) y, cuando él habla, España entera siempre quiso escucharle.

-Dirigió y presentó Protagonistas desde poco después de su primera emisión, el 1 de julio de 1969, hasta la última, el 13 de diciembre de 2013. ¿Cómo surgió la idea de un programa así?
“Protagonistas surge en Roma. El director de Radio Nacional de España en Barcelona por aquel entonces, Jorge Arandes, pasa unos días de verano con su familia y escucha a través de la RAI un programa que le llama la atención porque igual que se entrevista a un ministro italiano lo hacen con un castañero. Arandes regresa a Barcelona y lo pone en marcha con un querido compañero que al poco se traslada a Madrid. Yo acababa de aterrizar en la Ciudad Condal, precisamente desde Madrid, y me ofrecen el programa. Yo acepté, pero pedí ponerle mi impronta personal, fuera positiva o negativa, que pasaba por no solo limitarse a entrevistar a un ama de casa o a una castañera, sino también a unos estudiantes, a los caminantes, a los pobres y a los ricos, y al ama de casa también. Y a los niños que están buscando un puesto de trabajo ahora mismo en Barcelona”.

-¿Qué le respondió Arandes?
“Haz lo que quieras”.

-¿Al principio se emitía para Cataluña únicamente?
“No. Desde el principio para toda España”.

-¿Qué etapa prefiere de un programa tan duradero?
“(Suspira) ¡Ay! Me quedaría con todas, pero si tengo que elegir me quedaría con aquellos componentes del debate sobre el estado de la nación. Con Tip y Coll, con Antonio Mingote, con Chumy Chúmez, con Summers, con Gila… Me quedaría con los fantásticos tertulianos, desde Manolo Vázquez Montalbán hasta… Con todos”.

-¿Cómo se negocia semejante concentración de talento como el que usted acaba de describir?
“La clave radica desde que el programa empieza a funcionar, porque eso facilita mucho las cosas. Cuando vas a hablar con una persona que quiere intervenir, vas a tiro fijo. Se lo dices bien claro: Quiero tu colaboración, quiero que tú estés en mi programa, que es ese programa que tú escuchas ya desde hace tiempo. A medida que la tertulia va ganando oyentes, va ganando posibilidades de que acepte intervenir… ¡El mismo rey si se lo hubiera pedido! (Sonríe). Bueno, es una exageración, aunque el mismo rey si se lo hubiera pedido… (Vuelve a sonreír)”.

Luis del Olmo en el hotel Mencey | Foto: Sergio Méndez
Luis del Olmo en el hotel Mencey | Foto: Sergio Méndez

-¿Cómo evitaba que surgieran problemas de ego entre tanto primer espada, porque una de las claves del éxito de aquel debate sobre el estado de la nación era, precisamente, lo evidente que resultaba el fenomenal ambiente entre todos los que intervenían?
“Entiendo. Seguramente era porque cuando Protagonistas ya funciona muy bien, nosotros estábamos solos en el mercado. Luego viene Iñaki [Gabilondo] y entre los dos nos repartimos los oyentes. Por cierto, buena amistad entre Iñaki y yo. Pero la mayor parte del tiempo en que Protagonistas triunfa no tiene ningún rival con el que competir. No había otro programa con alguna solera, y Protagonistas llegaba a todos los rincones de España gracias a los kilovatios y a que enfrente había un campo desnudo”.

-¿Siempre quiso hacer radio?
“No. Y sí. Cuando termino el Bachillerato, los chicos de Ponferrada nos dedicábamos a hacer la carrera de facultativo de Minas, porque aquello era una tierra minera. Las minas estaban abiertas y a mi ciudad, Ponferrada, la llamaban la ciudad del dólar, por la cantidad de dinero que corría por allí. Así que mi aspiración era ser facultativo de Minas. Pero de pronto, por esas casualidades de la vida, aparece veraneando en Ponferrada el dueño del diario Región, el más importante de Asturias, que era íntimo amigo de los propietarios de Radio Asturias de la Cadena Ser de Oviedo. Me oye por casualidad en la radio cuando va con su coche y le llama la atención. Yo tenía alguna colaboración pequeña en la emisora local de Radio Ponferrada. Así que llama a Radio Asturias y les dice que oye, que aquí hay un chaval que les puede dar juego. Vienen, me escuchan, hablan con mis padres que no lo ven claro porque el chico tiene que estudiar y tal, pero interviene el director de la emisora de Ponferrada, Juan Venta, que los convence al explicarles que era una oportunidad”.

-Y de ahí, al estrellato…
“Bueno, el director de La Voz de León se enteró de que había un chico en Radio Asturias y fue a buscarme. Me ofreció el doble. Con esa juventud, el dinero te llama la atención y acepté. En León pasé cinco maravillosos años de mi vida, no le quepa duda”.

-Supongo que fue entonces cuando lo llamaron desde Madrid…
“En realidad fueron las casualidades de la vida. Estaba en Madrid por motivos familiares. Viajé junto a mi madre porque tenían que operarla de una grave enfermedad. Durante el postoperatorio tuve la ocurrencia de acercarme por las emisoras de Madrid, y en Radio Nacional de España habían puesto en el tablón un anuncio de concurso/oposición para cubrir diez plazas para RNE y TVE. Nos presentamos 500 de toda España, yo el primero en apuntarse claro”.

-Obviamente aprobó, pero ¿quedó el primero?
“(Sonríe) El quinto. Ahí empezó la radio en serio. También hice televisión colaborando con Jesús Hermida por la noche. En esa época recibo una llamada desde Barcelona para cubrir el puesto que quedaba de Joaquín Soler Serrano, porque se marchaba a Venezuela”.

Luis del Olmo en el hotel Mencey | Foto: Sergio Méndez
Luis del Olmo en el hotel Mencey | Foto: Sergio Méndez

-En aquella época, Barcelona era la capital cultural de España…
“Fui a Barcelona pensando en que podría hacer una radio moderna, con emisoras móviles en la calle, pero la idea era volver a Madrid. Sin embargo, Barcelona me atrapó. Barcelona era una maravilla. Barcelona me entusiasma. Barcelona me enamora. Barcelona me proporciona unos dividendos estupendos, la verdad. Y allí me fueron a buscar la Cadena Cope, Onda Cero… A partir de ahí, la vida se resuelve monetariamente, para mí y para mi familia”.

-Ante un personaje como usted es normal acordarse de los premios y de los agradecimientos, pero también hay momentos duros y más en su caso, cuando la banda terrorista ETA lo puso en el punto de mira y envió a sus criminales para acabar con su vida…
“Aquello lo viví… Pues eran momentos terribles los de esta banda criminal. Hubo momentos en que estuve a punto de abandonar, porque sentía tan cerca lo real de sus amenazas que, sí, estuve a punto de irme con mi familia a Buenos Aires hasta que pasara todo aquello”.

-Había un pistolero etarra con la específica misión de asesinarle para acallar su voz, que tanto denunció a estos criminales…
“Uno no, había tres. Era un equipo de tres, los mismos que mataron al ministro en Barcelona [se refiere a Ernest Lluch, que fuera ministro de Sanidad desde 1982 a 1986. Unos meses antes de su asesinato en 2000 había publicado un artículo en El Correo en el que exponía su tesis sobre la primera víctima de ETA, que no fue el policía franquista Melitón Manzanas, sino el bebé Begoña Urroz Ibarrola]. También mataron a un guardia municipal que estaba veraneando enfrente de mi casa. Como no me encontraron a mí, lo asesinaron a él. Fueron momentos durísimos. Creo que hubo un ángel pendiente de mí, un ángel y el Ministerio del Interior, que me puso una escolta de tres señores, que luego se convirtieron en mis amigos, quienes se encargaron de evitar que se acercaran a mí estos terroristas con sus malditas intenciones”.

-¿Es cierto que durante el franquismo le obligaron a realizar una entrevista en concreto?
“Aquello fue una historia de cuento… Íbamos a hacer un homenaje a un compañero de Radio Nacional de España, por cierto un canario. Lógicamente me sumé al acto, tratándose de Leocadio Machado [Periodista, dramaturgo, poeta y guionista de radio español, nacido en La Laguna en 1922 y fallecido en Alicante en 2009]. Era en la cena del homenaje… Resulta que la propietaria del restaurante era muy amiga de la mujer de Francisco Franco, de Carmen Polo. Pues bien, durante la cena hubo una pelea entre dos camareros y, además cenamos muy mal. Al día siguiente lo conté en Protagonistas y al poco me llamó el director de Radio Nacional para obligarme a entrevistar a la dueña del restaurante, diciendo que era el mejor restaurante del mundo y que se comía de maravilla y bla, bla, bla. En principio dije que no, pero me explicaron que si no aceptaba allí mismo se terminaba mi carrera. Tuve que tragar, efectivamente. Fue el momento más negro y más terrible de mi trayectoria estrictamente profesional”.

-Es inevitable preguntarle por Barcelona, esa ciudad que tan bien conoce. ¿Cómo ve la situación actual allí y, en general, en toda Cataluña?
“Barcelona es una gran ciudad a la que adoro, como le dije antes. Pero lo cierto es que atravesamos un momento terrible. Si me pregunta por mi impresión al respecto, la verdad es que no le veo solución. Y me duele. Quiero a Barcelona con toda el alma. Allí han nacido mis hijos, y de allí son tantos amigos que he conseguido durante estos 50 años. Pero no tiene arreglo, no sé que puñetas ha pasado, pero la división existente hoy entre las gentes de Barcelona, enfrentados unos a otros… Me gustaría verle solución, pero yo no la veo. No sé cuál será el futuro. Solo puedo decirle que quiero a Barcelona con toda el alma, como quiero con toda el alma al resto de España. Lamento en el alma que todo termine de mala manera, y ojalá se hable y se alcance un acuerdo, pero no sé qué pasará y la verdad es que no veo el futuro. En este momento, cuando hacemos esta entrevista, no veo la solución”.

-¿Cómo valora la actuación del presidente del Govern, Carles Puigdemont, durante todo este proceso? [Hay que tener en cuenta que la entrevista se realiza el pasado jueves]
“Tuve la ocasión de conocer al presidente de la Generalitat cuando era el alcalde de Gerona, a donde iba una vez al año con motivo de las fiestas de Gerona y entrevistaba a determinadas personalidades, entre ellas al alcalde. Me pareció una persona mediocre. Al parecer me equivoqué y hay algo más que mediocridad bajo esa cabellera, en ese cerebro. No sé si es una idea muy personal lo suyo, o tiene sus consejeros y sus aliados que le dicen que vaya por aquí y por allí. La verdad es que no lo sé, pero sí le entiendo que está equivocado, como también creo que está equivocado el presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy”.

-Ahora iba a preguntarle exactamente lo mismo sobre Mariano Rajoy. ¿En qué cree que se ha equivocado?
“Desde luego, en mi humilde opinión, considero que tenía que haber actuado antes”.

-¿A qué período de tiempo se refiere cuando habla de antes? ¿Hace unos meses, hace unos años?
“Hace unos años tenía que haber atajado todo el asunto. O sea, haberlo hecho a tiempo para que no se llegara a una situación como la actual”.

Luis del Olmo en el hotel Mencey | Foto: Sergio Méndez
Luis del Olmo en el hotel Mencey | Foto: Sergio Méndez

-¿Opina, como por ejemplo la alcaldesa de Hospitalet, Nuria Marín, que nada de esto es bueno para lo único que importa, que es vivir en un país con libertades y lo suficientemente próspero para que la gente logre salir adelante?
“No sé cómo hemos llegado hasta aquí. Hace un año nadie se hubiera imaginado que estaríamos así. Nos lo cuentan hace un año y no se lo cree nadie. Soy amigo de grandes empresarios, como el director general de La Caixa [ahora CaixaBank] o el de Freixenet, y hace un año tampoco ellos se habrían imaginado algo así. No nos explicamos cómo hemos llegado a este nivel de enfrentamiento. No sé qué demonios ha pasado, y no sabemos lo que va a pasar”.

-Antes de terminar, ¿podría destacar alguna de sus miles de entrevistas, a un personaje que sobresalga en el recuerdo?
“Es complicado… (Guarda silencio unos segundos) Quizás diría que Salvador Dalí. Fue en su casa y duró casi una hora. Me prometió que la repetiríamos en Ponferrada con el paso del tiempo. Al día siguiente, una señora muy guapa se me acercó mientras estaba trabajando y me dijo que me enviaba saludos de Dalí. No le di importancia hasta el siguiente día, en que volvió la señora y me mostró un dibujo firmado por Salvador Dalí dedicado a mí, por cierto ponía Olmo con h… También con La Pasionaria, justo cuando estalló la libertad, que se puso a cantar el himno revolucionario… Son unas 10.000 o 12.000… Están todas guardadas en el Museo de la Radio, en Ponferrada”.

“Estoy agradecido: sé del prestigio que tienen los Premios Taburiente”

“Esto de que te den premios y te hagan homenajes es una cosa que pasa cuando ya has cumplido unos años. La gente se pregunta: ‘Vamos a ver, ¿qué ha hecho éste en la vida? ¿Ha merecido la pena? ¿Tiene muchos enemigos? Si tiene algún amigo, vamos a llamarle…” Luis del Olmo nos recibe de buen humor y hace gala cuando le preguntamos por el Premio Taburiente que, horas después de la entrevista, recibió en la Gala celebrada en el Teatro Guimerá. “La verdad es que agradezco a estos amigos de Tenerife que me han llamado a Barcelona para concederme, nada más y nada menos, que uno de los Premios Taburiente. Mis amigos de la Isla me han confirmado que tienen gran prestigio y que son los más importantes en el mundo de la comunicación. Por eso he venido aunque es una paliza, porque me voy a Oviedo de inmediato, pero bendita paliza. Merece mucho la pena”. Del Olmo ya conocía la Isla: “Vine de luna de miel, y no dejó de llover durante los tres días. Ni salimos del hotel aunque, bueno, tratándose de la luna de miel…”.

TE PUEDE INTERESAR