sociedad

“El próximo curso vamos a tener dos nuevos grados”

Antonio Martinón confiesa sentirse orgulloso de la labor realizada desde que tomó posesión como rector del centro académico, aunque reconoce que aún queda por delante mucho trabajo
Antonio Martinón. | SERGIO MÉNDEZ

El pasado mes de mayo cumplió dos años al frente de la Universidad de La Laguna (ULL). Catedrático de Análisis Matemático, Antonio Martinón confiesa sentirse orgulloso de la labor realizada desde que tomó posesión como rector del centro académico, aunque reconoce que aún queda por delante mucho trabajo. El también exdirigente del Partido Socialista explica que entre sus objetivos se encuentra la renovación de títulos universitarios y destaca que prevé incorporar, próximamente, dos nuevos grados y cuatro másteres.

-En el tiempo que lleva al frente de la Universidad, ¿se siente satisfecho del trabajo realizado?

“Rotundamente sí. Creo que hemos introducido a la ULL en un clima de convivencia, de diálogo. De esto estoy muy satisfecho. Hemos dado un impulso muy importante a la investigación y a las relaciones con la Universidad, a la transferencia hacia la sociedad. Un instrumento que ha sido clave es la internacionalización. Creo que de todo eso sale un buen resultado. Estoy satisfecho, pero, como en toda obra, queda mucho por hacer. Cuando me presenté a rector insistí en que el programa que teníamos no era para cuatro años, era para más a largo plazo. También recalcamos que somos herederos de una obra anterior, no empezamos de cero. Valoro mucho lo que han hecho los anteriores equipos rectorales”.

-¿Qué le queda por hacer?
“Hay que acabar de modernizar los títulos. Estamos pendientes de que el Gobierno canario apruebe cuatro títulos de máster. Esa modernización está en marcha. En los títulos que tienen una historia hay que actualizar sus contenidos, pero también hay que poner nuevos. El mundo está cambiando a tal velocidad que es imprescindible que incorporemos títulos nuevos que aborden los nuevos problemas del mundo, que son muchos y cada vez más complicados. Todo lo que tiene que ver con la naturaleza, los problemas del medio ambiente. La Universidad necesita actualizar sus titulaciones, impulsar su investigación y mejorar el vínculo con la sociedad. La relación de la ULL con el mundo económico hasta ahora era insuficiente y creo que hemos mejorado mucho, aunque aún hay mucho que hacer. En internacionalización también hemos dado un salto”.

-La falta de fondos ha sido siempre una de sus principales quejas. ¿Ha calculado cuánto necesitaría la ULL para cubrir sus necesidades?

“Siempre digo al Gobierno de Canarias, cuando hablo con el presidente, que la Universidad es lo que ellos quieren. Las universidades, las dos públicas, las veo como un instrumento en manos del Ejecutivo para atender a la sociedad. El Gobierno insiste en que quiere cambiar el sistema económico, ir hacia un sistema más basado en el conocimiento y menos en los servicios, con un peso menor del turismo en la economía, que haya más diversidad. Eso se hace solo con más investigación y transferencia. Canarias dedica el 0,5% del PIB a la investigación y desarrollo. La media española está en el 1,2%. Creo que si queremos avanzar en ir hacia una economía con un sustento en el conocimiento hay que dedicar más dinero. Ligado está también el problema del desempleo en Canarias. Es indiscutible que los titulados universitarios se emplean antes y mejor que los que no lo son. Y cuando hay una crisis, los empleos universitarios resisten mejor que los no lo son. Esos son datos contrastados”.

-Pero, ¿cuánto cree que debería crecer el presupuesto?

“Lo que el Gobierno quiera. Si quiere que haya más investigación hace falta más dinero. Sobre todo, para incorporar jóvenes con capacidad investigadora. Esa es la clave. Ahora estamos con pocas plazas y hay que fortalecerlo para que el esfuerzo se vea en unos años. Si Canarias quiere que sus universidades y su tejido económico se impregnen de conocimiento y transferir este a la sociedad, hay que dedicar más dinero”.

-Precisamente, en el discurso de apertura del curso lanzaba un dardo al Estado cuestionando que no había incluido dinero en sus presupuestos para la ULL, pero sí para la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (Ulpgc). No obstante, había una partida para el Instituto de Enfermedades Tropicales…

“La diferencia es que ese millón de euros que se le ha dado al Instituto es porque hace una función que le interesa al Ministerio de Sanidad, para que compre unos aparatos. El Instituto forma parte de un sistema de salud pública que le interesa al Ministerio. No solo es un centro universitario, sino que presta servicios para la Consejería de Sanidad y el Estado. Los 1,5 millones de la Ulpgc no es para eso, es para que haga lo que quiera. Yo quiero esa cuantía igual para hacer lo que quiera. También el Cabildo de Gran Canaria recibió 4,5 millones y el de Tenerife nada.

-El director del Instituto, Basilio Valladares, ha presentado su dimisión, ya que esas palabras le han molestado…

“Sí, presentó la dimisión. Le queda un año, este curso. Él está ocupado en garantizar la continuidad del Instituto que creó y buscando un sustituto. De eso estuvimos hablando. Cada instituto elige a su responsable y el rector lo nombra. Hablando con él quedó claro. Él se jubila al final de curso y hay que buscar la transición a la situación actual”.

-Pero, ¿entonces Valladares va a acabar el curso?

“Supongo que en mayo o junio tendremos un nuevo director. Pero con mucha naturalidad. Hay muy buena relación en el Instituto y funciona muy bien”.

-¿Ha llegado a tiempo el Plan de Organización Docente pese al retraso que registró?

“Sí. Este inicio de curso está yendo bien. Ha habido alguna asignatura que se ha retrasado en empezar, pero si hay 3.500 asignaturas, no creo que haya problemas en más de dos o tres. El inconveniente que tuvimos con el Plan es que hubo un retraso en su aprobación”.

-En los rankings universitarios la ULL no suele aparecer demasiado bien situada, pero es cierto que en el último de Shanghái se ha visto un paso hacia adelante. ¿A qué se debe la posición y cómo lo ve de cara al futuro?

“Los rankings suelen medir la investigación, sobre todo, el de Shanghái, que también tiene en cuenta la gente famosa vinculada a la universidad. En investigación creo que estamos bien. En el ranking ocupamos la posición 16 de las universidades españolas, de un total de 50 públicas y 30 privadas. Estamos en el primer tercio. No estamos satisfechos, hay que mejorar mucho, pero no estamos mal. No somos un desastre. Tenemos gente buena, bien preparada. Luego está el tema de la docencia, que también pesa en los rankings, la transferencia a la sociedad de lo que hacemos. Uno de los objetivos para este curso es dar un salto en la mejora del rendimiento académico. Los estudiantes deben acabar la carrera en menos tiempo y con mejor calificación. Pero no puede ser porque los profesores suban la nota, sino porque los jóvenes tengan mejores resultados. Es cierto que el rendimiento académico tiene que ver con el sistema educativo canario no universitario, que también hay que mejorar. El sistema es una máquina con muchas piezas y todos tenemos que colaborar”.

-¿Es partidario de suprimir la convocatoria de septiembre?

“De lo que sí soy partidario es de que no empiece un curso sin haber acabado el anterior. Ahora vamos a empezar a hablar con la comunidad universitaria sobre el calendario escolar del próximo curso y espero que lleguemos a un acuerdo. Para mí sería un avance conseguir que un curso no empiece hasta que concluya el anterior”.

-¿Qué titulaciones se prevé implantar en próximos cursos?

“Estamos haciendo una apuesta fuerte por nuevos másteres. Queremos implantar este curso cuatro y estamos pendientes de que el Gobierno los apruebe. Se trata de los másteres de intervención y mediación familiar, social y comunitaria, en gestión e innovación tecnológica en la construcción, en ciencias de las religiones y en investigación de la filosofía. En grados, queremos implantar uno ligado a la alimentación, que estaría en manos de la Facultad de Farmacia, que pensamos que tendría mucha salida profesional. También otro ligado a la Facultad de Educación, relacionado con el mundo del desarrollo físico. Espero que ambos estén implantados el curso 2018/2019”.

-¿La reducción de las tasas universitarias supondrá un impulso a las matriculaciones?

“Hay gente que sostiene la tesis de que sobran estudiantes universitarios. No paro de decir que no es verdad. En España, el porcentaje de universitarios entre los jóvenes de 18 y 25 años es del 30%; en Canarias estamos en el 20% y en Europa, por encima del 30%. Por eso he recibido con alegría que el Gobierno regional haya bajado las tasas universitarias. Esa política creo que es muy positiva porque anima a que haya más estudiantes. Es importante, también, que los jóvenes vean que estudiar en la universidad vale la pena, desde el punto de vista de su futuro económico, su empleo y de su formación personal”.

TE PUEDE INTERESAR