loterÍa navidad 2017

El Norte repite fortuna

Un grupo de amigos de La Corujera, en Santa Úrsula, se lleva parte del segundo premio con un décimo del número 51.244
Los amigos se juntaron en el local donde compraron el billete para celebrarlo junto con su dueño. Fran Pallero
Los amigos se juntaron en el local donde compraron el billete para celebrarlo junto con su dueño. Fran Pallero
Los amigos se juntaron en el local donde compraron el billete para celebrarlo junto con su dueño. Fran Pallero

Eladio Pérez Mesa fue el primero en llegar. Pasadas las 9.30 horas ya estaba en el local esperando a sus amigos. Estaba eufórico, y no era para menos: su grupo, 11 jóvenes del núcleo de La Corujera, en Santa Úrsula, se llevaron parte del segundo premio del Sorteo Extraordinario de Lotería de Navidad con el número 51.244.

“Ela baja, Ela baja, que nos sacamos el segundo”, le dijo el chico que tenía los números cuando lo llamó por teléfono para confirmarle la buena noticia. Al principio le costó creerlo. “Está siempre de broma, pero me decía, te lo juro, que soy un hombre serio. Y como lo noté medio llorando, bajé”, contaba ayer emocionado.

Fue el primero en acercarse al Capricho Café, un establecimiento situado en la Cuesta de la Villa, en el mismo municipio, donde compraron el billete, ya que después tenía que ir a trabajar al guachinche. “A ver si vienen llegando, que me tengo que ir”, decía a cada momento.

El segundo en arribar fue Aníbal Anseúme Hernández y el resto lo fue haciendo poco a poco, algunos tocando la pita del coche y otros la de la moto. Se abrazaban a cada momento y no dejaban de gritar, “nos tocó, nos tocó”, ante la mirada atenta de los vehículos y los transeúntes que pasaban por la calle.

Eladio y Aníbal, al igual que el resto de integrantes de la pandilla, se conocen desde hace mucho tiempo. Todos los años celebran una comida con motivo de la Navidad y este no fue una excepción. Terminaron de cenar y se fueron a tomar una copa al Capricho Café, ya que conocen al dueño, Ruymán Hernández, y suelen frecuentarlo.

El año pasado, el segundo premio de la Lotería de Navidad, con el número 04.536, también cayó allí, unos meses después de que el bar-cafetería abriera como receptor de Lotería. Y en menos de un año, repitió fortuna.

Para Hernández también ha sido una alegría y quiso compartirlo con los agraciados abriendo una botella de champán. No solo por lo que representa para su establecimiento, sino porque son clientes habituales y la satisfacción es todavía mayor. Como la gasolinera La Chasnera, en Granadilla, el Capricho Café en Santa Úrsula también se está forjando la fama de ser un receptor de suerte en la venta de lotería.

A por el Niño

“La gente dice que es demasiada casualidad. No llevamos dos años y ya hemos dado dos premios grandes, más una lotería del jueves, Bonoloto y quinielas”, apuntó el joven empresario, quien espera tener la misma suerte en Reyes. “Ahora vamos a por el Niño”, bromeó. Los jóvenes hicieron “una vaquita de 10 euros y compraron al azar un par de números”, precisó Eladio. Tiene 25 años y es la primera vez que se saca un premio importante. Calcula que a cada uno de ellos le tocará unos 10.000 euros, descontando lo que tienen que pagar a Hacienda, pero ninguno ha pensado aún qué va a hacer con el dinero. Entre otras cosas, porque hasta ayer al mediodía les costaba creer que la suerte había golpeado a sus puertas.

Llevamos un par de años jugando en grupo y siempre decimos lo mismo: el próximo nos toca, el próximo nos toca, y nunca nos tocaba”, confesaron. Hasta ayer.
Los jóvenes amigos lo celebraban eufóricos, cantando y abrazándose a cada momento, haciendo, sin querer, honor al lema del anuncio del Sorteo Extraordinario de Navidad: El mayor premio es compartirlo.

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