
“¿El REF?”. “Ni idea”. “¿Qué es eso?”. Estas son algunas de las respuestas de varios ciudadanos elegidos al azar al ser preguntados sobre si conocen la Ley del Régimen Económico y Fiscal (REF) de Canarias, cuya reforma se está tramitando en estos momentos en el Congreso de los Diputados. Es cierto que la muestra no es muy amplia y, en consecuencia, no se puede extrapolar a toda la sociedad canaria, pero si deja bien claro que, lo que es en la calle, la gente tiene poca o ninguna información sobre los beneficios y lo que es el REF, al que algunos juristas dan más valor, incluso, que al propio Estatuto de Autonomía, por lo que repercute en la vida diaria de los canarios.
En el papel, en cualquier caso, están solo aquellos que voluntariamente quisieron salir fotografiados. Pero es que de los muchos ciudadanos con los que habló este periódico, ninguno supo decir exactamente qué era el REF y cuáles son sus ventajas. De hecho, no tenían ni idea de que el aumento de la subvención al 75% para el transporte aéreo de los residentes canarios podría venir incluido en esta norma. Y es que si nos salimos del entorno político o empresarial, pocos sabrían decir para qué sirve el REF, a pesar de que influye en nuestro día a día: transporte, luz, agua, energía, alimentación…
Chaxi Delgado, por ejemplo, cree que se trata de un “tema político y de los empresarios”. “Es algo de los impuestos ¿no?”, dijo Carmen Trujillo, pensionista, “para cobrarnos más”, matizó. Está claro que para que este sea “el REF de la gente”, como aseguran los políticos que negocian su texto, todavía quedan por hacer muchas campañas de información, porque mientras ellos (los políticos) se intentan colgar la medalla de los incentivos que se incluyen en la norma, los canarios desconocen que se trata de una ley que ayudará a mejorar su calidad de vida. En primer lugar, para entender lo que es el REF hay que saber que el archipiélago canario debido a su propia condición insular y de lejanía geográfica con Europa, así como a la escasez de recursos naturales y dependencia del exterior, ha contado con un tratamiento singular, tanto en el ámbito administrativo como en el económico y fiscal, desde el siglo XVI, tras su incorporación a la Corona de Castilla.
Estos derechos se tradujeron en el siglo XIX en un sistema librecambista, con los denominados Puertos Francos, que perduró hasta la Guerra Civil Española. Un régimen fiscal basado en la libertad comercial de importación y exportación, en franquicias aduaneras y, además, en la existencia de impuestos locales. Este sistema librecambista fue evolucionando durante la dictadura del general Franco hasta plasmarse en 1972 en la Ley 30/1972 del Régimen Económico y Fiscal (REF) de Canarias.
La propia Constitución Española de 1978 reconoce en su Disposición Adicional 3ª la existencia en Canarias de un régimen especial para las Islas, pero quizás uno de los aspectos más importantes fue su modificación, que culminó en la Ley 20/1991 de 7 de junio, tras la incorporación de España y, por consiguiente, de Canarias, a la Comunidad Económica Europea (CEE), lo que hoy es la Unión Europea (UE), en 1986. Tras una serie de reparos por parte de la UE, finalmente Canarias entra, junto con el resto de España, en la CEE con su propio REF, y, en consecuencia, queda fuera de la Unión Aduanera, la Política Agrícola Común (PAC), la Política Pesquera Común (PPC), y el ámbito de aplicación del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA). El 16 de enero de 2008, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publica el Reglamento de desarrollo de la Ley 19/1994, de 6 de julio, de modificación del Régimen Económico y Fiscal de Canarias, en las materias referentes a los incentivos fiscales en la imposición indirecta, la Reserva para Inversiones en Canarias (RIC) y la Zona Especial Canaria (ZEC). Se trata de la primera vez que el REF dispone de un desarrollo reglamentario diferente al del resto del territorio español y de Europa.
Ahora, 23 años después, se ha adaptado el texto a las necesidades económicas actuales de la sociedad canaria y se negocia en estos momentos su reforma económica con el Gobierno central.
Hasta aquí queda claro que existe una ley que reconoce la lejanía de las Islas con respecto al resto de Europa y que, debido a esto, Canarias cuenta con un conjunto de normas que la compensan económicamente y la igualan en condiciones con el resto del Estado y Europa, ya que, de otro modo, los canarios estaríamos en seria desventaja.
Pero, ¿en qué medida nos beneficia? El nuevo texto que ahora se negocia en el Congreso de los Diputados actualiza y garantiza las compensaciones al transporte de residentes o de los productos agrícolas e industriales canarios; al precio de la electricidad y del agua; a la movilidad de los investigadores y los estudiantes canarios; se fomenta el reciclaje y las energías renovables, y se impulsa un plan estratégico para el turismo.
Un ejemplo claro es el precio de la luz. Teniendo en cuenta el extracoste que tiene la generación de electricidad en Canarias, sin un incentivo claro que se incluye en esta ley, el precio que pagaríamos los canarios por la luz sería bastante más caro. Lo mismo ocurre con nuestros sistema impositivo, que es el IGIC, y que, dependiendo de para qué casos, se tributa al 7%, alejado del 21% del IVA peninsular. Esta es una de las razones por las que, por ejemplo, el precio del pan es más barato o también el transporte.
Una norma que influye en el precio de los alimentos, el transporte o la luz
Según plantea el Gobierno, la totalidad del contenido del nuevo REF económico tiene influencia en la ciudadanía. La pregunta es ¿cómo afecta a los aspectos de nuestra vida diaria? Pues, por ejemplo, el texto incentiva la promoción de los productos canarios y de los productos elaborados en Canarias por encima del resto; en el caso del precio del agua, las compensaciones a las potabilizadoras hace que el coste del agua desalada sea más asequible y, en consecuencia, más barato; al igual que ocurre con el precio de la energía y la luz. Además, el texto fomenta el uso de las energías renovables y la regulación del autoconsumo. Se blinda el derecho de los canarios a producir, vender e intercambiar su energía sin tener que pagar cargos, tarifas o impuesto alguno: como el llamado impuesto al sol.
El coste del billete del avión o del barco, esencial para garantizar nuestra movilidad, también se verá beneficiado si finalmente se incluye el descuento a la residencia del 75%, así como compensaciones al transporte terrestre, sin las cuales el precio de la guagua sería mucho más caro. La compensación “mínima” del 70% del coste del transporte de mercancías hará, también, que muchos de los productos que consumimos se comercialicen a precios competitivos. La educación asimismo tiene hueco en el REF, gracias a la compensación adicional de los costes de movilidad a estudiantes y profesores; así como los planes de formación o incentivos a los proyectos empresariales.
Carmen Trujillo: “No me afecta, porque como tengo mi paguita de viuda…”

Carmen Trujillo es pensionista y afirma que lo que sabe es por lo que ha oído en Radio Club y que lo que hace es “quitar o descontar”. Asegura que a ella no le va a afectar nada de “ese REF”, porque “como tengo mi paguita de viuda, con eso me da”. “De política no sé mucho”, concluye cuando se le explican los beneficios que esta norma le puede reportar, por ejemplo, en su pensión.
Félix Bermejo: “No sabía que volar a La Palma fuera más barato por el REF”

Félix Bermejo está en este momento de baja por invalidez, después de años y años dedicados a la construcción. Del REF dice “no tener ni idea” y desconoce que, por ejemplo, el billete de avión a La Palma, su isla natal, le sale más barato gracias a esta norma. Por eso dice que el Gobierno debería hacer una campaña para informar en qué “nos beneficia”.
Macu Hage: “Sería interesante que se hicieran cursos para explicarlo”

María de la Cruz Hage tiene una papelería, Hage, en Las Ramblas de Santa Cruz, y desconoce qué beneficios le puede reportar esta norma para su negocio. Por ello, señala que sería interesante que el Gobierno hiciera una campaña divulgativa e incluso cursos para explicar a la gente. “Pones un negocio y no sabes exactamente en qué te puedes beneficiar”.
Luis Rodríguez: “Debería estar al alcance de todos y no usarse con fines políticos”

Luis Rodríguez es funcionario y admite que tiene un conocimiento general de lo que es el REF, pero admite que, grosso modo, no controla “lo que viene siendo la nomenclatura económica”. Señala que repercute en toda la sociedad y que “debería estar más alcance de todo el mundo, porque se puede utilizar con fines políticos y empresariales”.