Un vídeo grabado en el interior de una cárcel estadounidense y hecho público ahora muestra el dramático momento en el que un preso, que padecía esquizofrenia, muere en el suelo de su celda después de haber pasado más de 40 horas sujeto en una silla.
Según publica Daily Mail, varios de los alguaciles que acuden a la celda se ríen y conversar tranquilamente mientras el hombre, llamado Andrew Holland, agoniza en el suelo.
La muerte de este reo se produjo el 22 de enero de 2017, cuando el hombre tenía 36 años, pero se dio a conocer el pasado viernes cuando lo publicó el periódico The Tribune of San Luis Obispo.
El oficial administrativo del condado de San Luis Obispo, Wade Horton, comentó a ese medio que “lo que le sucedió a Andrew Holland fue una tragedia que afecta a toda nuestra comunidad”.
“Aunque no podemos recuperar a Andrew, nuestro condado ha realizado y continúa haciendo cambios en respuesta a este terrible evento”. El año pasado, el condado otorgó a la familia de Holland 5 millones de dólares por su muerte, que un médico forense determinó que fue causada por una embolia pulmonar.
The Tribune informó de que después de este trágico suceso las autoridades han dejado de usar la silla de sujeción que se empleó con este reo. Holland padecía esquizofrenia desde los 20 años y fue encarcelado en diversas ocasiones a lo largo de los años, generalmente por delitos menores.
En su última estancia en prisión, Holland fue atado a la polémica silla después de que se golpeara a sí mismo en repetidas ocasiones.
El vídeo muestra a los agentes entrar cada cierto tiempo en su celda para rotar los brazos y las piernas de Holland y ofrecerle comida y agua. Como se encuentra atado a la silla, no puede usar un baño cercano y se acaba haciendo sus necesidades encima.
La política del condado requiere rotar las extremidades de un recluso atado cada 1.5 a 2.5 horas para evitar coágulos de sangre que puedan llevar a una embolia fatal.
En el caso de Holland, este permaneció atado 40 horas a la silla hasta que fue conducido a otra celda, en la que no había ningún mueble, ni cama ni silla, por lo que el preso se tumbó en el suelo, desnudo, sobre una manta.
En un momento dado, se levanta brevemente y parece estar afectado por temblores y se acuesta de nuevo, cubriéndose con la manta. Poco después, parece tener problemas para respirar y luego pierde la conciencia.
Varios alguaciles y paramédicos entran en la celda e intentan reanimarlo, mientras un agente sonríe y habla con otro.
La madre del preso ha declarado que tenían la “esperanza de que su vida mejoraría, pero nuestro hijo Andrew murió brutalmente y torturado a manos del personal de conserjes en la cárcel del condado de San Luis Obispo”.
La familia ha dicho que usará el dinero recibido para crear una organización sin ánimo de lucro para defender los derechos de las personas con enfermedades mentales en el sistema de justicia penal.
El vídeo contiene imágenes que podrían dañar su sensibilidad.
https://youtu.be/MuKoo0aZOcE