La presencia de la cada vez más numerosa comunidad “hippie” en la zona norte de la Isla, especialmente en núcleos de Garafía como Hoya Grande o Catela, son un elemento más de preocupación ante un hipotético incendio forestal. Este año, apenas días después de que arrancara la campaña contra incendios presentada por el Cabildo, el Ayuntamiento quiere reiterar los mensajes de seguridad que ya trasmitió en 2017 en el marco de un proyecto municipal apoyado por la Fundación CajaCanarias, y para el que se contrató a una ingeniera forestal que trasladó a cada uno de estos vecinos, ya fuera en charlas o de forma particular, los riesgos reales que corren ellos mismos y sus vecinos si no se adoptan conductas de seguridad y se evitan prácticas peligrosas.
Garafía, con un censo municipal de 1.970 personas, tiene presente los condicionantes que implica el desconocimiento de este colectivo de entre 150 y 200 personas (algunos se trasladan a la Isla solo durante períodos estivales mientras que otros residen en la localidad durante todo el año) de los riesgos ciertos de un descuido en verano. Inexpertos frente a los riesgos reales de un incendio forestal y en pajeros o viviendas rodeados por gran cantidad de masa boscosa, en algunos casos no tienen presente la peligrosidad de la maleza que crece junto a las casas, o apuestan por colocar cortavientos a base de cañaveral, uno de las especies vegetales más peligrosas por su capacidad inflamable y su naturaleza leñosa. Entre esta comunidad, que ha escogido el norte de la Isla para llevar una vida alternativa, también se da el hándicap del idioma, con lo que el Ayuntamiento cuenta con “intermediarios” que trasladan los mensajes vitales para pasar el verano en condiciones de seguridad.
El alcalde, El socialista Yeray Rodríguez, explicó que “en los casos en que estos residentes han apostado por cultivar las huertas hay mayores condiciones de seguridad, porque están muy en contacto con agricultores mayores que les instruyen, pero en otros casos los elementos de riesgo existen y hay que trasladar un mensaje claro, como cortar la maleza, podar, y limpiar los entornos. La mayoría de ellos no saben la gravedad de lo que supone un incendio forestal y lo que es peor, no saben cómo comportarse ante esas situaciones”.
Para el alcalde hay también otros motivos de preocupación frente a una catástrofe de esta naturaleza. Los mayores que viven solos y en entornos aislados, dentro de la conocida como “interfase” y que va desde los entornos rurales hasta la zona de monte. El alcalde asegura que “hemos planteado la capacidad legal para limpiar zonas por completo abandonadas”.
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