Si ya las encuestas coincidían en que el PSOE no solo repetirá en 2019 como partido más votado en Canarias sino también como el de mayor número de diputados, dos factores han disparado las probabilidades de que tales augurios se cumplan: el llamado efecto Sánchez, debido al vuelco acaecido en la política estatal, y la reforma electoral, actualmente tramitada por las Cortes Generales y que, si todo va según lo previsto, será aprobada antes de la cita con las urnas del año que viene. Pero, además, hay otra consecuencia directa de ambas circunstancias: cada vez cae más en las apuestas la posibilidad de que Coalición Canaria (CC) permanezca en el poder, no digamos ya de que mantenga la Presidencia.
Respecto a los socialistas canarios, a un año de las elecciones todos los caminos de la especulación política conducen a su secretario regional, Ángel Víctor Torres. Si hasta ahora no quedaba claro de que fuera finalmente el candidato del PSOE, las buenas relaciones con Ferraz del grancanario (dicen que tiene línea directa con la vicepresidenta Carmen Calvo y el ministro de Fomento, José Luis Ávalos) alejan la conformación de un frente opositor en las primarias del partido para optar a una Presidencia para la cual Torres requerirá, en todo caso, de un acuerdo con otras fuerzas. Hasta ahora se vaticinaba que el PSOE estaría entre 16 y 18 diputados, pero ahora se estima que pueda pasar la veintena.
Dos son las sendas entre las que Torres tendrá que escoger. La natural es por la izquierda, con Podemos y Nueva Canarias, pero difícilmente sumarán los 31 necesarios (si es que el total se mantiene en 60). Parece más factible la del centro, siempre relacionada con Ciudadanos (Cs), que irrumpirá con fuerza en la Cámara regional para pesar del Partido Popular y de CC. Lo que está claro es que, en el PSOE, ya salen las cuentas, y así lo reconoce su secretario de Organización regional, el palmero Jorge González, que hoy anuncia a DIARIO DE AVISOS que “nos estamos preparando para gobernar Canarias”. En el envés del efecto Sánchez y la reforma electoral se encuentra Coalición Canaria, donde ya se era consciente de que las encuestas los sitúan en unos 14 diputados. Con el plus de las llamadas campañas de la mortadela (uso de dinero público para la propaganda partidista más o menos disimulada), en CC se confiaba en que, si el PSOE estaba entre 16 y 18 escaños, bien podrían remontar lo suficiente como para aspirar a mantener la Presidencia. Ello se diluye por ese aumento de las expectativas del PSOE, pero también porque en la próxima legislatura verán amenazado su tradicional rol de bisagra, antaño imprescindible, debido a Ciudadanos, un partido capaz, como se ha dicho, de pactar tanto con el PSOE (caso de Andalucía) como con el PP (Madrid, Congreso). La única barrera en las alianzas del partido naranja es, además, el nacionalismo. Lo cierto es que Cs Canarias se distingue por un mensaje opositor a CC, con la excepción del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife.
Sea como fuere, las variables siguen siendo enormes, empezando por la reforma electoral, que sin duda cambiará para siempre la política canaria en favor de partidos como el PSOE, implantado en todas las Islas, y en perjuicio de los que, como CC, apenas existen en islas capitalinas como Gran Canaria, lo que les mueve a movimientos tan desesperados como el reciente acuerdo electoral con uno de sus viejos enemigos, el veterano grancanario José Miguel Bravo de Laguna.
No descarten la fuerza de los votos de AHI y ASG
Si la reforma electoral puede ser una amenaza para los partidos insularistas, no descarten que la disgregación del voto les compense. Ya en esta legislatura, la Agrupación Socialista Gomera ha hecho valer sus tres diputados, pero ojo a la Agrupación Herreña de Independientes, porque han tomado buen ejemplo de ello.
Hemeroteca
Publicidad
Esquelas