Desde que llegó a al Isla, Joseba Etxeberria lo tuvo claro: en el fútbol actual la buena relación entre rendimiento deportivo y alimentación es fundamental para alcanzar los objetivos. De este modo, tratando también de que el grupo tuviera aún más relación, el vasco comenzó a ordenar que sus jugadores desayunaran juntos cada mañana. Ahora quiere dar un paso más, que también se almuerce en El Mundialito, a la espera de que la Ciudad Deportiva Javier Pérez sea una realidad y así conseguir que la plantilla pase más horas juntos y en un ambiente de trabajo.
Prácticamente a su llegada al CD Tenerife, en declaraciones a Canarias Radio, Etxeberria reconocía que en el fútbol moderno es “básico” el control de la alimentación del fútbolista: “El deporte actual es muy exigente, se resuelve por detalles, por lo que hay que controlar lo más posible todos los aspectos relacionados con el juego”.
Uno de esos aspectos, la alimentación de sus deportistas, estaba marcado en rojo dentro de su planificación de cara a la temporada que ha concluido recientemente. Etxeberria se llevó a sus jugadores al Hotel Escuela, junto al estadio Heliodoro Rodríguez López, y comenzó a controlar de manera exhaustiva el peso de los mismos. La dieta no varía de la que mantiene cualquier profesional del deporte, pero, además, lograba mayor comunicación dentro del grupo. Para cumplir con ese propósito prohibió también el uso de móviles durante las comidas.
Años 90
La idea de llevar a cabo de manera conjunta las comidas por parte de los clubes de fútbol toma forma en la década de los 90, cuando Italia poseía la liga más importante del planeta. Los mejores extranjeros iban a la Serie A, donde siempre se trabajó más la fuerza que la resistencia, de ahí que su media de edad siga siendo, aún hoy, más alta que en el resto de competiciones punteras de Europa.
El salto de calidad lo dio el Milan cuando impulsó Milanello. El complejo deportivo fue inaugurado en 1963, pero sería a finales de los 80 cuando se convirtió en un centro de alto rendimiento, donde los jugadores entrenaban, comían, descansaban e incluso se concentraban antes de sus compromisos aislándose del exterior.
Esa tendencia pasaría luego a la Premier League y la Bundesñiga para, finalmente, llegar a España, donde el CD Tenerife fue pionero a la hora de creer en el proyecto de la mano de Javier Pérez, aunque el mismo, materializado en la Ciudad Deportiva, tiene aún que ser completado para que se convierta en lo que en su día soñó el máximo dirigente blanquiazul.
El club ya ha dado pasos en este sentido. Desde la pasada temporada cuenta con el asesoramiento de un nutricionista que trabaja con la cantera. Los resultados son notables según los técnicos y el mismo especialista ha charlado con los integrantes del primer equipo en la misma línea, dando las pautas necesarias para tener un mayor rendimiento.
Dentro de la revolución que Etxeberria quiere llevar a cabo en el CD Tenerife 2018/2019 una clave será la de que la alimentación sea uno de los pilares de su equipo pensando en una categoría tan competitiva y dura como la Segunda División. En un principio, los jugadores desayunarán, entrenarán y posteriormente almorzarán en el Mundialito, donde se habilitará un espacio para poder llevar a cabo estas comidas. La intención también pasa por poder acondicionar un área de descanso a la espera de poder hacerlo todo en la Ciudad Deportiva.
No se descarta que el técnico vasco, que ya admitió que haría cambios en su equipo de trabajo, pudiera implementar el trabajo del actual especialista o, incluso, contar con los servicios de otro, siempre tratando de mejorar en un aspecto fundamental.
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