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La crisis migratoria de Venezuela podría igualar a la del Mediterráneo

Ha llegado la hora de "empezar a establecer prioridades, fondos y mecanismos para gestionar esto tan pronto como sea posible"
El 90% de los que han dejado el país han ido a otro de la región. / EP
El 90% de los que han dejado el país han ido a otro de la región. / EP
El 90% de los que han dejado el país han ido a otro de la región. / EP

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) alertó ayer de que, de continuar la tendencia actual, la crisis migratoria provocada por el éxodo de venezolanos -que huyen del hambre y la persecución- podría alcanzar niveles similares a la sufrida en el mar del Mediterráneo. El país vive hoy una segunda jornada de paro esta semana contra la política económica de Nicolás Maduro. “Esto está creciendo hasta un momento crítico que ya hemos visto en otras partes del mundo, particularmente en el Mediterráneo”, dijo el portavoz de la OIM, Joel Millman, en una rueda de prensa ofrecida desde Ginebra. Millman ha considerado que ha llegado la hora de “empezar a establecer prioridades, fondos y mecanismos para gestionar esto tan pronto como sea posible”. Naciones Unidas calcula que más de 1,6 millones de venezolanos han salido de la nación caribeña en los últimos tres años para escapar de la crisis económica y política. El 90% se encuentra en los países de la región, sobre todo en Colombia.

El flujo migratorio se ha incrementado en el último año, de forma paralela al deterioro de la situación en Venezuela, y algunos países, como Ecuador, Brasil y Perú, que inicialmente abrieron sus fronteras, han comenzado a restringir la entrada de sus vecinos. Perú, como ya hiciera Ecuador, comenzará hoy a exigir pasaporte a los inmigrantes venezolanos.

Ambos países habían suspendido este control para favorecer la huida de los venezolanos, mientras que las autoridades de Brasil han intentado cerrar la frontera, pero la Justicia les ha obligado a mantenerla abierta. Millman ha criticado los controles de pasaportes recordando que “hay un montón de inmigrantes, en concreto adolescentes y algunos menores no acompañados, que puede que no tengan acceso a este tipo de documentos”. A la escasez de alimentos y medicinas se une la de papel, lo que dificulta el acceso a documentos. “La paciencia se está agotando. Es un número muy grande (de migrantes venezolanos) que tenemos que empezar a asimilar”, indicó. Los jefes de Acnur y la OIM, Filippo Grandi y William Lacey Swing, respectivamente, comparecieron el pasado jueves en rueda de prensa para exigir un mayor apoyo de la comunidad internacional a los inmigrantes venezolanos. Representantes de las agencias de migración de Colombia, Ecuador y Perú se reunirán la próxima semana en Bogotá, a la espera de que se celebre una cumbre regional para consensuar una respuesta a la crisis migratoria. Esta podría celebrarse a mediados de septiembre en Quito.

“VAN A VOLVER”

Sobre este asunto, el ministro de Información de Venezuela, Jorge Rodríguez, expresó ayer su confianza en que los miles de venezolanos que abandonan en un flujo incesante el país a causa de la crisis política y económica “van a volver”. “Los venezolanos van a volver, afortunadamente”, dijo el portavoz gubernamental en una rueda de prensa celebrada en el Palacio de Miraflores. Incluso les ha “invitado” a regresar a la nación caribeña porque “son necesarios” para la recuperación económica. “Los venezolanos que se quieran venir, bienvenidos”, declaró Rodríguez, quien auguró que, gracias al plan ideado por el Gobierno de Maduro, “la economía venezolana va a transcurrir sobre rieles coherentes” y “en un relativo corto tiempo se va a notar en la calle”.

En este contexto de inestabilidad, Venezuela vivirá hoy una nueva jornada de protesta tras la huelga general del martes, que tuvo un seguimiento del 65%, según los datos aportados por la oposición.

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