Un triple de Alba Torrens fue la producción anotadora de España en los cinco primeros minutos de un partido en el que, nuevamente, Canadá salió mejor que el equipo de Lucas Mondelo, aprovechando el porcentaje de solo 10% de acierto en tiros de campo. 3-9. Pero el seleccionador no tardó demasiado en parar el encuentro tras un triple de Shay Collins. Se habían jugado casi ocho minutos y las canadienses ya ganaban con solvencia (6-14). El tiempo muerto surtió efecto. España defendió con más garra, endosando a su oponente un parcial de 6-0 (12-14) pese a que la puntería seguía sin ser la mejor. El cuarto, con la mejoría española, concluye 13-16.
Canadá no comenzaría el segundo cuarto con tanta fluidez en ataque. Solo dos tantos metieron las norteamericanas en los primeros tres minutos de la segunda manga, mientras que las españolas, con más confianza, mostraban su mejor cara. Parcial de 8-2, tiempo muerto de las canadienses y Ndour, una vez más, erigiéndose como guía de España, con siete puntos siendo la máxima anotadora. Eran ahora las norteamericanas las que, en casi cinco minutos, solo habían sumado dos puntos.
En una primera mitad con tanteo bajo, las visitantes, con cuatro tiros libres, lograron volver a nivelar el electrónico (24-24) antes de que el duelo se volviera demasiado trabado, con muchos errores, feo, pero que ha permitido a las españolas llegar al descanso con dos tantos de renta (29-27).
Costaba un triunfo lograr cada punto, porque las defensas eran pegajosas, porque había mucho contacto físicos y los ataques no acababan de ser clarividentes. El principal problema era que cuando España podía asomar algo la cabeza, Canadá respondía con una canasta, sobre todo desde la pintura, donde era superior a su rival. La lectura positiva, en 25 minutos las norteamericanas solo habían anotado 40 puntos, pocos para su trayectoria en el Mundial (42-40). Sin Nicholls, lesionada en el banquillo, las españolas lo pasaban mal en la pintura, circunstancia aprovechada por Canadá (42-44). La cántabra, todo corazón, pidió salir a Mondelo, para jugar los dos últimos minutos de una manga sumamente igualada, que ha llevado a Canadá con ventaja a falta de jugarse los últimos diez minutos (47-50).
Tres canastas de Nicholls Ndour y Casas (53-50) reavivaron la grada, algo fría (o asustada) hasta el momento. Pero lo que pareció que podía ser un antes y un después en cómo se desarrollaban las cosas fue un 2+1 de Casas, que dejaba el electrónico con 56-50. Canadá, por primera vez, pareció flaquear. Xargay lo aprovechó con otro golpe en forma de triple que fue directo a la mandíbula del equipo canadiense (59-50). A la fiesta española se apuntó Cristina Ouviña, también con una canasta de tres (62-50) en medio del delirio del Santiago Martín, que comenzaba a acariciar con la punta de los dedos unas semifinales que eran, antes de empezar el Mundial, la meta de España. El parcial fue de 17-0 después de que, a falta de tres minutos y medio para la conclusión del choque, las norteamericanas, que eran las terceras máximas realizadoras de la cita solo por detrás de Estados Unidos y Australia, se quedaran sin poder transformar un solo tanto. Lo cierto es que Canadá solo metió un tiro libre después del 66-50, resultado de la impotencia que generaba la sensacional defensa, muy física, de las jugadoras de Lucas Mondelo, que jugarán mañana, a las 20.00 horas, con Australia buscando un lugar en la gran final del domingo.
Un mágico último cuarto permite a España clasificarse para la semifinal del Mundial tras ganar a Canadá (68-53).
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