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Txus Vidorreta: “No me preocupan las comparaciones con mi anterior etapa; me motivan”

La vuelta de Txus Vidorreta fue la noticia del pasado verano en el CB Canarias. El vasco recuerda sus tiempos en La Casilla ante los aurinegros, desvela quién es su jugador canarista favorito y reconoce, además, que nunca pensó en poder hacerse con los mandos de la nave del equipo del Santiago Martín

La vuelta de Txus Vidorreta fue la noticia del pasado verano en el CB Canarias. El vasco recuerda sus tiempos en La Casilla ante los aurinegros, desvela quién es su jugador canarista favorito y reconoce, además, que nunca pensó en poder hacerse con los mandos de la nave del equipo del Santiago Martín.

-¿Qué siente con su retorno, una temporada después, al Iberostar Tenerife?
“Que vuelvo a casa. El Canarias es, junto a Bilbao Básket, el club en el que más feliz he podido desarrollar mi trabajo y, desde luego, en el que mejor y más a gusto me siento en esta década. Volver con la confianza que me ha brindado el consejo de administración, con un contrato de tres temporadas en los tiempos que corren, es, sin duda, un privilegio para construir un proyecto de presente y de futuro”.

-En el baloncesto actual no es común que, como en su caso, el técnico sea uno de los referentes del equipo.
“Haberlos haylos, pero quedamos pocos. En general, lo he sido a lo largo de mi trayectoria y donde se ha dado esa circunstancia creo que es justo reconocer que nos ha ido bien a las dos partes. Por ejemplo, a Bilbao, Lucentum Alicante o, ahora, al Canarias, me han permitido seguir progresando y lograr, por ejemplo, que en los últimos cuatro años haya tenido la oportunidad de ganar una medalla de oro con España en un Europeo, otra de bronce en unos Juegos Olímpicos, ser campeón de la Champions con el CB Canarias y ganar una Supercopa con el Valencia”.

-Da la sensación de que usted, además de batir al rival, quiere también batirse a sí mismo como entrenador. ¿Cree que eso lo mejora como técnico?
“En el momento en el que un entrenador es conformista desaparece del mapa. Si en baloncesto te conviertes en alguien sin un tope de ambición es el propio baloncesto el que te retira y yo quiero dedicarme a este deporte hasta el final”.

-¿Cree que deja huella en los clubes por los que pasa?
“El secreto de un entrenador está en saber medir y saber adaptarte a las circunstancias. Ahora, el que decide ficharme sabe que soy un técnico que ya lleva 37 años en los banquillos, 26 como profesional, y que, cuando me contrata, lo hace porque me gustan las cosas bien hechas. En el Canarias ese hecho se ha producido y me dejan desarrollar mi labor con libertad y autoridad en el diseño deportivo, eso sí, compartiendo labor con Aniano Cabrera, y cuando eso sucede, normalmente, las cosas funcionan”.

-¿Ha notado algún cambio en el club 12 meses después?
“A nivel de personas está prácticamente igual. Hemos incorporado a gente que nos hacen más fácil el trabajo diario como David o Carlos, que se han integrado completamente en el grupo de trabajo. En la organización he encontrado que el club ha crecido y en el consejo de administración veo a las mismas personas, lideradas por Félix Hernández y Santiago Cacho, que tienen la ilusión de siempre. Económicamente también se ha producido un crecimiento, no exponencial, pero sí importante, que nos ha permitido configurar una plantilla más larga respecto a la que dispuse hace dos temporadas”.

-¿Hasta dónde se le puede pedir entonces al Canarias?
“Hay que pedirle que siga siendo un club referencia a nivel español y europeo. Los proyectos que crecen y son sostenibles deben ser un espejo para el resto. Eso es lo que hay que pedirle. Pongo las dos manos en el fuego porque el Canarias seguirá siendo un modelo de gestión. Deportivamente tenemos que exigirnos, hacernos merecedores del cariño que nos da esta afición y también, por qué no, ser ambiciosos y seguir manteniendo la línea que el equipo ha tenido en las dos últimas temporadas”.

-Cuando llegó Markovic el pasado verano se habló mucho de una posible comparación con usted. ¿Le puede suceder lo mismo al propio Vidorreta acerca de un paralelismo sobre su primera etapa y esta segunda?
“Puede haberla y sería algo lógico. No me preocupa. Es una comparación natural y hay que aceptarla. Tengo el listón alto, tanto por el trabajo que desarrollamos y los resultados que obtuvimos, como por la labor que se llevó a cabo aquí la pasada temporada. Eso es lo bonito del deporte. No solo no me asusta, sino que me motiva. Estoy preparado tanto para tratar de mejorar las dos temporadas anteriores como para, si no somos capaces de conseguirlo, al menos lograr que ese trabajo sirva para mantenernos al nivel más alto posible en la liga”.

-El CB Canarias cumple 80 años esta temporada. ¿Cuál es su primer recuerdo aurinegro como aficionado al baloncesto?
“Viene de aquel CajaCanarias de los 80. Recuerdo un partido muy emotivo en Bilbao, con el Pabellón de la Casilla a reventar, en el que el Caja Bilbao ganó al CajaCanarias y ambos equipos dejaron casi sentenciado el ascenso a la máxima categoría, consiguiendo ambas entidades convertirse en fundadores de la ACB. En el Canarias estaba Eddie Phillips; en el Caja Bilbao, Joe Kopicki. Ese es mi primer recuerdo en directo de este club. El segundo es que mi debut como entrenador profesional se produce contra el propio Canarias en la temporada 1993/1994. Aquel equipo era dirigido entonces por mi añorado y buen amigo Felipe Antón”.

-También dirigió en el Ríos Tejera como entrenador rival.
“Fui ayudante con el Caja Bilbao en la temporada 1992/1993. Teníamos un muy buen equipo y en el Canarias, no sé si recuerdo bien, estaba Ray Smith. En el Ríos Tejera animaban desde 40 minutos antes de que empezara el partido. Me encantaba jugar aquí con ese sonido de ¡Canarias! ¡Canarias! Siempre guardo con cariño esos recuerdos, aunque también es cierto que era una pista muy difícil para ganar porque había un ambiente duro y exigente que hacía muy complicado obtener victorias”.

-¿Alguna vez pensó en que llegaría a entrenar al Canarias?
“La verdad es que no. Usted sabe que mantengo una amistad desde los años 90 con Aniano Cabrera y, en su día, existió la posibilidad de venir a Tenerife, cuando no era el Canarias, pero no cuajó. Alejandro Martínez llevaba tanto tiempo en el club que pensé que sería como Álex Ferguson en el Manchester United, que estaría 25 años. Se quedó en 12, que es muchísimo, tiene un enorme mérito y es el entrenador más importante en la historia del club y lo va a seguir siendo siempre, pero, al mismo tiempo, nos cerraba un poco las posibilidades de venir a quienes habíamos sido felices en Canarias entrenando al UB La Palma y teníamos amistad con Aniano Cabrera y, en menor medida, con Félix Hernández. La prueba es que yo fui muy escéptico cuando me llamó Aniano, cuando Alejandro se vio un poco con la necesidad de dar un paso al costado. PEro fue justo ahí cuando me lo plantee realmente porque me hacía mucha ilusión por el equipo, la Isla y el club”.

-¿Qué jugador del Canarias fue su favorito?
“A Pipi Cabrera. Jugar en aquella época contra el Canarias era hacerlo contra él porque su nivel de compromiso era enorme. Tenía calidad, pero, sin duda, no era eso lo que hacía que te fijaras en él. Cuando luego lo entrené en La Palma coincidimos con Shawn Vandiver, al que había entrenado en Bilbao y que me tenía un cariño enorme, y subió a mi guagua para animar a mis jugadores, me puso por las nubes, algo que no lo esperaba, y le dio un abrazo a Pipi recordando sus duelos en Primera. A todos nos llamaba la atención Pipi. Luego, por supuesto, Carmelo Cabrera, Eddie Phillips, Mike Harper… Incluso Richy Bethencourt alque recuerdo ver jugar en La Casilla, creo que contra el Águilas.”.

-¿Cómo se ve con 80 años? ¿Aún pendiente del baloncesto?
“Hombre, si llego, no será como entrenador. Si fuera así, llevaría 72 años en el baloncesto, porque empecé a jugar con 8. Ahora, tampoco me veo desligado. Estaré haciendo algo relacionado con este deporte”.

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