premios taburiente 2018

Premios Taburiente 2018: la gala de los valores extraordinarios

La entrega de los galardones de la Fundación DIARIO DE AVISOS fue un canto a la libertad, la justicia y la concordia en una velada marcada por los mensajes de superación, bondad y esperanza que transmitieron los premiados

Fue la noche en que las buenas personas impusieron sus valores. Once personas irrepetibles (Carlos Herrera excusó su ausencia por razones familiares), premiadas en esta cuarta edición de los PREMIOS TABURIENTE, que concede la Fundación DIARIO DE AVISOS, supieron llegar al corazón del medio millar de invitados que anoche, en el Teatro Guimerá de la capital tinerfeña, asistieron a la gala de los valores extraordinarios, de la justicia, la libertad y la concordia.

Como resumió Pedro J. Ramírez, ayer se refutó al pesimista irlandés William Butler Yeats, porque “los mejores sí tenemos convicciones”. Que era una noche distinta se percibió desde que la poderosa voz de María Mérida entonó la ahora rebautizada Ocho rosas en el mismo escenario donde debutó con 12 años. Entonces, sus pretendientes -contó con su simpatía cautivadoramente juvenil-, le replicaban ¡olé! cuando se arrancaba con el clásico “Soy de la raza calé…”. Tras este ejemplo de vitalidad, los presentadores de la velada, Alexis Hernández y Leire González, dieron paso al periodista venezolano Miguel Henrique Otero, director y editor de El Nacional en el exilio desde hace cinco años. La represión que padece encogió al público tanto como admiró su tenaz resistencia ante la opresión, así como su esperanza sincera en que pronto la Octava Isla sea de nuevo una democracia. Le sucedió en el escenario un ejemplo de superación: Michelle Alonso, la Sirenita de Tenerife, que a su vez dio paso a Martín Chirino, representado ayer en el Guimerá por su hija Marta. Chirino habló a los presentes desde la distancia, dado que su salud le impidió volar a la Isla, pero recordó que “el arte es fundamentalmente pensamiento, además de pasión, claro”, y que “sin pasión no hay vida”. Como no hay empresa que valga sin apoyo, todo fue posible ayer gracias al respaldo de Cabildo de Tenerife, CaixaBank, el Ayuntamiento de Arona, BBVA, Dorada, Endesa, Hospiten, Puertos de Tenerife, Cajamar, Rahn, Excelsia Canarias, Carlos Gamonal, Iberostar, Assap, Canarias.com y Fuentealta. Tras Chirino llegó el turno de la superación con un empresario tan “canario, chicharrero y sobre todo tacorontero” como el capital de sus empresas, el Grupo Fedola, Fernando López Arvelo, quien rememoró cuando vendía higos en la Recova o cavaba la tierra y sembraba papas, porque “no hace falta dinero para ganar dinero, sino tener empeño”.

Desde el corazón

A pesar de lo ya vivido, nada fue igual desde que llegó la Mención Especial a la Concordia, gracias al que Patricia Ramírez, la madre de Gabriel, el Pescaíto, rompió su silencio en una decisión motivada “por la carta de Lucas Fernández; no pude renunciar a venir”. Patricia vino, sí, para recordar que “el mundo está lleno de mujeres y hombres buenos, y que los malos son pocos pero hacen mucho ruido”, o que “hay mañanas en que miro la vida con los ojos de mi hijo porque a veces no reúno las ganas de abrir los míos”. Improvisó sus palabras, porque “oír cantar a estos niños [el Coro de Voces Blancas municipal] me ha dado la vuelta, pero ellos son el futuro”.

FOTOS: SERGIO MÉNDEZ , FRAN PALLERO, AARON S. RAMOS

A todos conmovió el mensaje de Patricia (“No es mi premio, sino el de todas aquellas personas que callaron la rabia y generaron amor, entonces y ahora”), y la primera en expresarlo fue María Rozman, quien habló como madre y como abuela, pero también desde su orgullosa canariedad, reafirmada al expresar que “este premio vale más, porque me lo dan en mi tierra”.

Después de que el presidente del GRUPO PLATÓ DEL ATLÁNTICO y de la Fundación DIARIO DE AVISOS, Lucas Fernández, recordara cómo estos premios aspiran a construir una sociedad mejor y que “desafiar la lógica es arrebatadoramente emocionante”, llegó el turno de Elsa López. Sus palabras se deslizaron con la armonía de sus poemas en lo que se tradujo en un homenaje “a mi madre, que me rodeó de libros y me enseñó a luchar por los más débiles, por las mujeres”.

Desde la razón

El otro gran protagonista de la noche fue Pedro J. Ramírez, que también improvisó para reconocer su admiración (la de todos los presentes) por la juventud de Mérida, la longevidad de su amigo Chirino, la cesta de higos de López Arvelo y el corazón de Patricia. “El problema es el silencio de los mejores ante la notoriedad del extremismo”, proclamó el periodista. Glosó de forma magistral lo vivido cuando razonó que “la pasión es el elixir de la eterna juventud”, para ganarse al respetable al desear que “ojalá el centro político de España fuera Canarias”, al considerarla fuente de concordia.

FOTOS: SERGIO MÉNDEZ , FRAN PALLERO, AARON S. RAMOS

Antes de que Helena Bianco y Los Mismos pusieran el broche final cantando con el público Tenerife tiene seguro de sol, la filósofa Adela Cortina supo plasmar el mensaje que nos deja esta gala de los valores extraordinarios: “El futuro será social, o no será”.

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