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‘La Avioneta’ que simboliza la lucha contra la plaga de langostas en Güímar

Desde ayer luce el nuevo monumento en una rotonda al lado del camino de El Socorro recordando que hace sesenta años se utilizó el lugar como aeródromo
La inauguración se realizó tras una parada en la peregrinación de la Virgen de El Socorro a Chinguaro / S.MÉNDEZ

Hace sesenta años el sur de Tenerife vivió la mayor plaga de langostas que se recuerda. Para combatirlas se decidió acondicionar un terreno cerca del caserío de El Socorro para el aterrizaje y despegue de avionetas que pudieran combatir desde el aire a tan dañina plaga para la agricultura. Un terreno que ya en 1935 pudo convertirse en el primer aeropuerto de Tenerife, que finalmente se construyó un año después en Los Rodeos.

Para recordar tal efemérides, la alcaldesa de Güímar, Carmen Luisa Castro, proyectó un monumento que recordara aquel año 1958 y el papel que jugó la avioneta, nombre que se le ha dado al monumento que ella, junto al párroco Pedro Pérez y con la presencia de la Virgen de El Socorro, inauguró ayer tarde junto a dos centenares de vecinos que minutos antes habían iniciado el recorrido de la imagen hasta el sitio histórico de Chinguaro, dentro de la segunda peregrinación lustral de la talla que se le apareció a los guanches hace seiscientos años en las playas de Chimisay (cristianizada como El Socorro).

La avioneta es una Piper Pa-18 Super Cub y todo el monumento ha costado 23.000 euros / NORCHI

La Avioneta está situada en una rotonda entre el Polígono y y el Camino de la Virgen y a unos doscientos metros de la entrada de El Socorro. La fuselaje de la avioneta, de color azul y blanco, con la matrícula de Güímar y el nombre de Virgen de El Socorro, costó tres mil euros y todo el montaje del monumento alcanzó los 23.000 euros. La avioneta es una Piper Pa-18 Super, de 6,88 metros de longitud, 2 metros de altura y 20 metros de envergadura, similar a aquellas que lucharon contra la plaga de langostas en 1958.

Luisa Castro, acompañada por sus concejales más afines del grupo de gobierno y ninguno de la oposición, destacó, tras agradecer la bendición de la Madre de El Socorro que “La Avioneta viene a recordar que Güímar es un pueblo fuerte que no teme a las adversidades”.
El párroco Pedro José Pérez, antes de proceder a la bendición del monumento, dijo que “La Avioneta recordará la lucha de nuestros antepasados para salvar la agricultura, el sustento de la vida, ese sustento que los guanches también dijeron que era la Virgen de El Socorro”.
Antes de la inauguración, el cronista oficial de Güímar, Octavio Rodríguez, expuso una pincelada de lo que fue y pudo ser El Socorro en la aviación tinerfeña. “En 1935 se redactó un proyecto para construir allí el aeropuerto de Tenerife, proyecto que contaba con el respaldo del Cabildo, que finalmente fue descartado por la lejanía de la capital, optándose por ubicarlo en Los Rodeos.

Fue en 1958 cuando El Socorro jugó un papel fundamental, al conformarse como un enclave de especial importancia para el aterrizaje y despegue de las avionetas que combatían la mayor plaga de langostas que hasta se momento se conocía en las Islas.
En años años sesenta se volvió a pensar en El Socorro, cerca del Malpaís, como una segunda pista para vuelos intercontinentales, haciendo mediciones meteorológicas desde 1660 a 1963, descartándose la idea y pasarla a El Médano unos diez años después.

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