Seguimiento masivo en la jornada de paro en prisiones

Los funcionarios y trabajadores de prisiones celebrarán hoy el cuarto y último día de huelga consecutiva convocada por los sindicatos CSIF, CC.OO, Acaip, UGT y CIGA ante sus reivindicaciones de mejoras laborales y salariales. La jornada se ha desarrollado con un seguimiento masivo tanto en el Archipiélago como a nivel nacional, pese a las cifras dispares dadas a conocer por Instituciones Penitenciarias y los convocantes. Los primeros sitúan el seguimiento en el 44%, mientras que los segundos lo cifraron en el 94%, en un día en el que han continuado los cortes que han bloqueado los accesos a los centros penitenciarios.

En la prisión de Tenerife II y CIS Mercedes Pinto, los sindicatos convocantes señalan que ayer el seguimiento fue del 100% en las tres primeras jornadas de paro, mientras que en Las Palmas de Gran Canaria la convocatoria superó el 90%. En el centro penitenciario de Tahiche, Lanzarote, también se alcanzó el 100% de la plantilla. En los centros de Canarias, los manifestantes procedieron, además de al corte de los accesos a los recintos penitenciarios, a diversas acciones reivindicativas, como el corte de la TF-2 el pasado sábado, sobre las 16.00 horas.

Los funcionarios de prisiones reclaman la equiparación salarial con otros cuerpos del Estado, como la Guardia Civil o la Policía Nacional, y su incorporación como agente de la autoridad. También piden una nueva convocatoria de plazas para cubrir las vacantes, una falta de trabajadores que perjudica gravemente la seguridad del personal de los centros. Además, solicitan la mejora del material y de sus condiciones laborales. Según los sindicatos, “Instituciones Penitenciarias se ha visto superado” por el éxito de la huelga y volvieron a pedir al ministro Grande-Marlaska que vuelva a negociar.

En esta ocasión, la huelga ha coincidido con el paro de jueces y fiscales que ha impedido que algunos presos pudieran comparecer a las vistas a las que habían sido solicitados. Durante el sábado y el domingo, los familiares y amigos de reclusos tampoco pudieron acceder a los recintos penitenciarios.