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No hay piche (bueno) para tanto reclamo electoral

Empresarios asfalteros reconocen que a todos les entran las prisas; el Cabildo gasta ahora 30 millones y durante la crisis “ni un euro”
Ten Asfalto, en el Polígono de Gúímar, la única que se mantuvo en pie durante la crisis / NORCHI

A pesar de vivir casi en un constante período preelectoral, la presencia en el horizonte -faltan cinco meses- de los comicios autonómicos, insulares y municipales, han apurado las inversiones que más repercusión pueden tener en los votantes, y una de ellas, de toda la vida, ha sido el piche, el asfaltado de calles y carreteras.

Una muestra de que entramos en año electoral ha sido el enorme dispendio en luces de neón durante estas navidades y festejos por doquier, sin olvidar el aumento de parques infantiles (aunque apenas hayan niños) o el de sombras para los mayores. Todo sea porque el votante se lleve la foto más fresca a la urna, y si es acompañada de un bocadillo de mortadela, mejor.

Mientras los gobiernos (estatal y regional) tratan de buscar réditos a base de leyes o decretos, los cabildos y ayuntamientos lo hacen con obras y acciones aderezadas con fiestas, y si ponemos al patrón o patrona del pueblo, por medio, mejor que mejor. Han olvidado la crisis y se agarran a esos brotes verdes que muchos ciudadanos aún no han percibido en sus bolsillos.

Sin embargo, el mejor indicativo de que vienen las elecciones, es el asfalto. En el número de kilómetros y de calles asfaltadas se juegan muchos votos, como se demuestra ese afán de todos los gobernantes por hacer en cinco meses lo que no han hecho en cuatro años. “A todos le entran las prisas, el Cabildo lleva dos años asfaltando como no lo había hecho nunca, pero durante la crisis no se gastó un duro”, afirma Felipe González, propietario de la empresa Ten Asfalto, la única (junto a Dragados) que se mantuvo en pie en Tenerife en los años de crisis. Ahora hay casi una decena que compiten en el mercado.

Efecto llamada

Para González “el Cabildo se gasta este año 30 millones de euros, tres veces más que hace un año, cuando hasta el 2015 no invirtió un euro. Eso ha creado un efecto llamada que vienen empresas hasta de Cuenca, y no de las mejores”, señala el empresario que tiene su planta en el Polígono de Güímar. “En Gran Canaria -prosigue- eso es impensable, porque allí cada año destinan un dinero a asfalto y todas las empresas que concursan son canarias”, remarca.

Para el responsable de Ten Asfalto, los municipios que más han invertido en asfalto, han sido Adeje y Arona, algo Santa Cruz “y nada La Laguna, que recauda seis millones de euros por rodaje y tiene las carreteras y calles de pena”.

Otro de los problemas es la escasez de áridos y su baja calidad, por lo que “resulta mejor reciclar el asfalto”, recordando que “el mantenimiento de las carreteras es fundamental, porque cuando vuelves a reasfaltar te cuesta 5 ó 10 veces más”.

Nueva planta

Víctor Zurita, ingeniero de caminos y administrador de Obras y Vías Canarias, coincide con González en los áridos. “Hay solo dos canteras autorizadas y además el árido no es de muy buena calidad, por lo que pasa como el vino, cuando lo mezcla baja su calidad”.

Sin embargo, no coincide con el propietario de Ten Asfalto sobre el efecto llamada. “Lo que ha ocurrido-dice- es que los asfalteros han subido el precio y ahora cada empresa crea su propia planta”, como Obras y Vías Canarias que en febrero abrirá una en el Polígono de Granadilla, una vez logrado los permisos del Gobierno de Canarias.

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