El invierno se está haciendo esperar, más de lo normal, pero poco a poco va llegando al Archipiélago. Y buena falta que hace, para limpiar la atmósfera, como dicen los mayores, para bendecir los campos y para llenar las balsas de cara al próximo verano.
El descenso de las temperaturas es notorio estos días, especialmente en medianías, y ya cayó en las cumbres de la Isla la primera -aunque leve- nevada del año, que vistió el pico del Teide con su manto blanco característico. Parece que ahora, por fin, llega el tiempo de sacar del armario los chubasqueros y los paraguas. Ya han caído los primeros chaparrones y la Aemet anuncia para los próximos días un nuevo frente de lluvias que, excepto para los turistas, será motivo de alegría generalizada en las Islas; sobre todo, para nuestros sufridos agricultores.
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