El juicio contra el exseleccionador nacional de atletismo de pruebas combinadas, Miguel Ángel Millán, por dos presuntos delitos de abusos sexuales a menores, arrancará hoy martes en la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife. Al juicio están convocados 24 testigos y seis peritos y también hay una acusación particular personada en nombre de las dos presuntas víctimas.
Entre esos testigos, tal y como adelantó DIARIO DE AVISOS, habrán caras tan conocidas como el medallista de plata en Decatlón de los Juegos Olímpicos de 1992 celebrados en Barcelona, Antonio Peñalver, y el histórico expresidente de la Federación Española de Atletismo José Luis Odriozola, este último a través de videoconferencia.
La vista oral se celebrará durante seis sesiones, quedando la última reservada para la declaración del acusado y salvo la jornada de apertura de hoy, el resto serán a puerta cerrada, tal y como había solicitado la Fiscalía. Por su parte, la acusación particular pretendía que toda la vista fuera de puertas para adentro, mientras que la defensa solicitó que hubiera público en todas las sesiones.
Millán lleva un año en prisión provisional por riesgo de fuga y la Fiscalía pide 12 años de prisión, su inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo y para ejercer su trabajo de entrenador, más la prohibición de desarrollar actividades deportivas con menores de edad y la obligación de participar en un programa formativo de orientación sexual. Por su parte, la acusación particular solicita un total de 21 años de prisión para el exentrenador de Atletismo.
Siempre según la versión del Ministerio Público, Millán se valía de su cercanía y las ganas de progresar en el atletismo de los jóvenes, a quienes entrenaba en Tenerife, para supuestamente cometer los abusos.
Así, el primer caso se produjo entre los años 2010 y 2011, cuando la víctima contaba con entre 13 y 14 años, situación que cesó en marzo de 2013 con su abandono del equipo y la posterior denuncia ante la Policía Nacional, ya mayor de edad, en junio del año pasado.
El segundo caso se produjo supuestamente en 2015 y repetía el mismo modus operandi de ganarse la confianza de su pupilo para cometer los abusos, que parece que se intensificaron cuando el acusado adquirió un piso en la zona del Porís de Abona. El joven incluso llegó a negar los hechos ante la Policía por la influencia que Millán ejercía sobre él, hasta que, acompañado por su padre, los denunció en diciembre de 2017.
A raíz de las denuncias de estos casos en Tenerife, Antonio Peñalver y otros cinco exatletas de Murcia desvelaron ante la Policía Nacional que sufrieron abusos igualmente, en todo caso prescritos al tratarse de hechos acaecidos a finales de los años 80 y principios de los 90.
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