
Tiene 71 años, es de origen francés y se ha fijado una meta que, a priori, suena a odisea inalcanzable: cruzar el Océano Atlántico desde El Hierro hasta el Caribe subido en un barril. No es, por supuesto, un barril cualquiera, pero sigue siendo una embarcación poco manejable y llamativa.
Jean-Jacques Savin, que partió de la isla del meridiano hace poco más de una semana, espera llegar a su destino en unos tres meses y solo utilizando las corrientes oceánicas, según recoge el Daily Mail.
Este exparacaidista trabajó en su embarcación durante meses en el pequeño astillero de Ares, en la costa suroeste de Francia. El barril, que mide 10 pies de largo y casi 7 pies de ancho, está hecho de madera contrachapada recubierta de resina, y está fuertemente reforzada para resistir las olas y los posibles ataques de cualquier animal marino.
En el camino, Savin lanzará marcadores para el observatorio marino internacional JCOMMOPS para ayudar a sus oceanógrafos a estudiar las corrientes. Y él mismo será objeto de un estudio sobre los efectos de la soledad en confinamiento tan estrecho.
Incluso se estudiará el vino que lleva a bordo, ya que se comparará después con uno que se queda en tierra para determinar los efectos de los meses pasados al efecto de las olas.
Savin tiene un presupuesto de 60.000 euros para su expedición, cubierto en parte por fabricantes de barriles y una campaña de financiación colectiva.