Elsa López ha vuelto a hacerlo, ahora dando voz y palabra al hombre al que ama y que la ama desde febrero del 1973. El último poemario de la poetisa, escritora y editora, Últimos poemas de Amor (Hiperión), tiene su semilla original en uno de sus viajes relámpago fuera de la Isla mientas Manolo, después de dejarla en el aeropuerto, daba uno de sus paseos matutinos. “Solo he imaginado lo que él sentía por mí; siempre que vuelo o estoy en un aeropuerto la presencia de Manolo, su idea, está muy presente porque recupero por un instante unos celos retrospectivos, tristeza y sobre todo siento su ausencia”.
Decide entonces, tras ese primer poema al que siguen otros dos antes de regresar a su isla y a Manolo, que “voy a escribir en la voz de Manolo porque esa idea egoísta de que eres tú la única que siente no es justa”. Elsa lo hace todo desde la verdad y eso permite encontrar en el poemario la vida a través de instantes, episodios y sensaciones recurrentes en retazos de sus vidas. Elsa aún piensa en cuándo presentar el poemario en Madrid, eso sí la también editora logra imponerse la exposición de la promoción. Habla Elsa, ávida en la escritura y poco dada a la idas y venidas para publicitar su trabajo literario, que “es importante la sinceridad, el desgarramiento interior y esa falta de pudor cuando escribimos”. Cada verso es parte de la historia de la que emana un dolor lacerante a veces, la espera en otros, y el encuentro para llegar a remansos que vuelven a verse alterados porque “así es el amor puro, convulso y en una construcción permanente”.
Mientras Elsa López charla con DIARIO DE AVISOS sentada junto a Manolo, confiesa con sus Últimos poemas de amor entre las manos que “aquí está la evolución del amor, de su amor y el mío pero en su voz, desde el año 73, en una historia en la que hay de todo porque digan lo que digan, eso es el amor; hay euforia, esperanza, dolor, sensación de pérdida y victorias, abandonos, celos y comienzos”. “Después de todo eso -agrega tras coger aire para atraparlo en el pecho- si el amor no se ha perdido en esos derrumbamientos tras quedar sepultado, si eres capaz de salir de nuevo a la superficie, reconoces el camino para volver siempre y seguir adelante, seguir amando”. Elsa cree que el amor no puede ser de uno solo y este poemario es una demostración, porque tal y como lo relata “si él no me ama no tengo interés en seguir en la odisea del amor, en un viaje lleno de peligros donde hay sirenas en las islas esperando a Ulises mientras tú sigues en ese barco y esperas a que Ulises vuelva… La clave para que te mantengas en el barco es el regreso porque sabes que Ulises te ama”.
Ilustrado por una imagen que representa a Manolo y a Elsa, obra de Paco Montañes, el poemario ha sido presentado en la Sociedad La Cosmológica, un rincón por el que Elsa siente debilidad y donde un numeroso público entregado se dio cita para escuchar a Elsa, directora de Ediciones La Palma, cuya obra ha sido reconocida por numerosos premios, entre ellos el de poesía Ciudad de Melilla o el I Premio de Investigación José Pérez Vidal 1993 y Medalla de Oro del Gobierno Canario. Manolo, que escucha la conversación, termina la charla mientras mira a Elsa – aún con el libro entre las manos – y casi le susurra “es lo que yo, si fuera capaz de escribir así, hubiera escrito”.
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