el charco hondo

Eso les pasa por traer violinistas de fuera

Si a quienes trabajan en hostelería o alimentación se les exige un título o certificado de manipulador de alimentos, por qué no sugerir que los candidatos autonómicos y locales reciban algún curso que los capacite

Si a quienes trabajan en hostelería o alimentación se les exige un título o certificado de manipulador de alimentos, por qué no sugerir que los candidatos autonómicos y locales reciban algún curso que los capacite en su afán de producir, preparar, procesar, embalar, etiquetar, almacenar, transportar y distribuir demagogia. Sería deseable que, como ocurre con los alimentos, la demagogia sea manipulada únicamente por gente especializada que cuente con la debida formación; de lo contrario, como ha ocurrido con lo de Manny Manuel, se corre el riesgo de que, buscando notoriedad sobre un árbol caído, alguien en campaña electoral escriba un tuit arengando, literalmente, esto pasa por traer cantantes de fuera, se les paga y después pasan estas cosas. Un cantante sube al escenario hecho un trapo, perjudicado, out, y Nardy Barrios, candidata al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, propone que no se contrate a artistas que no sean de aquí. Siguiendo su línea argumental, imaginemos que viene a las Islas un Nobel de Literatura y que, por lo que sea, llega a su charla con una cogorza, ¿escribiría Barrios un tuit diciendo que esto pasa por traer escritores de fuera?, ¿y si pasara con un ex comisario europeo, una neurocirujana o una violinista? El problema no es que vengan de fuera, sino lo que algunos, de allá o acá, de todas partes, llevan por dentro. La concejal reaccionó bien, y también quienes han optado por suspender una actuación que, después del incidente del domingo, nos pondría en el mapa, sí, pero en uno que no nos interesa. A Manny Manuel, artista que está en el reparto de la banda sonora del carnaval, hay que desearle que salga de ese pozo, y que no vuelva a subirse así (que lo no dejen subir de esa manera). A quienes a raíz de este episodio cargan contra los cantantes de fuera, que alguien les explique algunas cosas, entre otras que la gente los quiere aquí o que son los de fuera los que nos proyectan fuera. Hay que apostar por los de las Islas, claro que sí, de acuerdo, y qué más. La demagogia es un alimento que no se deja manipular por cualquiera. Si se abusa, a golpe de tuit, se cae en el absurdo. De ahí la sugerencia de que también algunos políticos reciban un curso que los capacite para producir, preparar, procesar, embalar, etiquetar, almacenar, transportar o distribuir demagogia.

TE PUEDE INTERESAR