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Juan Ramón Tosco Lorenzo: la solidaridad como una prioridad en la vida

“Mi mundo son los que me necesitan y me quieren. Soy feliz cuando las personas son felices”, asegura
Juan Ramón Tosco ha sido uno de los promotores de la campaña en ayuda del exárbitro tinerfeño Brito Arceo. DA

Vivimos en un mundo competitivo, materialista, consumista y capitalista. Todo ello hace que la vida de cada persona sea como un examen, donde cada día el ser humano tiene que evaluarse de muchas asignaturas difíciles. Entre ellas, la de mantener valores, ser noble, solidario y buena persona. La lucha contra las envidias, los celos y la maldad de muchas personas se combate con las acciones buenas y con los proyectos consolidados de forma altruista.

Le he conocido casi cerrando el año 2018. Se llama Juan Ramón Tosco Lorenzo. Una vez más, la vida me ha regalado la amistad de otro ser excepcional. Un ser humano sensible, lleno de valores y comprometido con los más desfavorecidos. Un luchador de la vida, caracterizado por ser un joven y valiente gladiador. Sin embargo, y como le pasa a toda persona buena, honrada y solidaria, siempre hay quien le critica, le condena y le juzga. Pero con ello hay que contar, pues no somos lingotes de oro para gustar a todo el mundo.

Es un ser humano comprometido y entregado en todos aquellos proyectos que se ha propuesto. Juan Ramón Tosco ha colaborado con fundaciones como Cadoen y Arco Íris, junto con el Banco de Alimentos, niños discapacitados (Fran Orula), las concejalías de Deportes y ayuntamientos. También en actos del fútbol regional, de las murgas más representativas del Archipiélago, etcétera. Sinceramente, me descubro cuando veo que todavía quedan personas buenas en este competitivo mundo. Un mundo, desigual e injusto, pero que así lo genera el ser humano. Ni que decir tiene, que en cada hogar, en cada familia, en cada ser humano, hay una historia. Algunos las cuentan. Otros, se las llevan a sus respectivas tumbas.

Juan Ramón Tosco ha sido uno de los promotores de la campaña en ayuda del exárbitro tinerfeño Brito Arceo. DA

“Nadie esta exento de críticas y de reconocimientos. Ninguno somos perfectos, pero también es verdad que muchos intentamos aprender de nuestros propios defectos y errores”, asegura Juan Ramón Tosco. Es por ello, que este joven amigo merece todos mis reconocimientos, elogios y admiración por su gran sensibilidad y compromisos cuando alguien le pide ayuda humanitaria.

El mundo del espectáculo del Carnaval de Tenerife, así como el de Gran Canaria, tiene la suerte de contar con este corredor de fondo de la vida, pues no en vano, y desde hace muchos años, siempre estuvo vinculado con las murgas de nuestro Carnaval chicharrero. Y no menos, con su propio Festival de Habaneras, donde ha sido pionero y fundador en Las Caletillas.

Carnaval, fútbol, Nepal

Juan Ramón Tosco Lorenzo viene de una familia humilde, de cinco hermanos, uno de ellos ya fallecido. Casado con su mujer Lina, persona que desde el primer momento ha sido su columna vertebral. Padre de un hijo, Erik Tosco. El dolor también invadió el corazón de este hombre, cuando hace nueve meses falleció un ahijado suyo, Edu Londoño Montoya. Ese dolor, y en homenaje a su ahijado, le ha hecho ser aún más solidario con las personas más necesitadas. Entregado a las causas más justas sin regatear en esfuerzos, luchas y entregas. Este gran hombre insiste en darlo todo por aquellos compromisos de solidaridad entre los sectores más desfavorecido de la sociedad canaria. Incluso, más allá: su próximo proyecto está dirigido a Nepal. “Quiero conocer la otra cara del mundo de la pobreza más extrema junto con un equipo de médicos y voluntarios”, sostiene. Hombre de un carisma especial en el Carnaval de Tenerife, desde 1984, de la mano de su hermano, el recordado y ya fallecido, Jesús Manuel Tosco. En 1991, dio el salto a las murgas adultas, donde aterrizó como componente de Chinchosos, con Paco Padilla y Alexis Hernández. No podemos olvidarnos de sus experiencias en otras murgas señeras, como La Traviata, Los Trabas (desaparecida) y Singuangos.

Escribe Carmen Torrado, psicóloga, que el ser humano ha desarrollado la solidaridad desde su conformación. El mostrarse solidario es una de las bases de nuestra evolución y lo que es más importante, de nuestra supervivencia. La mayoría de nosotros, sin haber recibido o recibir la solidaridad de alguien, no estaríamos aquí. Todos hemos necesitado, necesitamos o necesitaremos solidaridad en algún momento. Podríamos definir la solidaridad como la entrega a otros semejantes, compartiendo o entregando aquellos recursos que ayuden al otro tanto a nivel material como emocional.

Una persona puede ser solidaria con pequeños gestos: una sonrisa, un favor, ceder el asiento, invitar a comer a alguien necesitado, colaborando de forma altruista en la realización de un proyecto, regalar aquella ropa o utensilios que no utilizamos, hacer un voluntariado, etc. La persona solidaria da sin esperar recibir nada a cambio. Esto permite que el individuo se acostumbre a esta sensación. Muchas personas se consideran infelices porque creen que dan mucho y nunca reciben nada. En consecuencia, trabajar y acostumbrarse a esta sensación, provocará una persona más sana emocionalmente.

Juan Ramón Tosco lo volvió a demostrar en la campaña promovida en ayuda del exárbitro tinerfeño Juan Manuel Brito Arceo. “Con el tema de Brito Arceo hicimos todo lo que estaba en nuestras manos”, afirma este gran hombre que se caracteriza por hacer el bien sin pedir nada a cambio; un gran corazón que cada día se enriquece en valores, sentimientos y sensibilidad. Un espejo humano en el que deberíamos mirarnos todos, con el objetivo de hacer un mundo más justo e igualitario. Gracias, Juan Ramón Tosco Lorenzo, por darnos tantos ejemplos y valores humanos.

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