En este vídeo que está dando la vuelta al mundo nos encontramos con escena simple, al menos en apariencia. Un hombre, instrumento en mano, se sienta ante un paisaje espectacular y hace que las melodías salgan solas. Hasta aquí todo normal.
No obstante, cuando la música suena emergen decenas de animales desde la lejanía, que se acercan cada vez más, como si fuera un concierto exclusivo para ellos.
No solo ocurre en en el primer fragmento del vídeo, ya que este incluye otras tantas reacciones de los animales cuando experimentan con diferentes sintonías e instrumentos.
En definitiva: ¿Qué seria del planeta sin la música?