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‘Brexit’: ¿y ahora, qué?

La mayor afección para Canarias se concentra en las exportaciones e importaciones; en 2018 se computaron 238 millones de euros
Más de 8.000 empresas canarias realizaron operaciones comerciales con Reino Unido durante 2018. Europa Press

Tras ser rechazado, por tercera vez, el acuerdo de salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), solo quedan tres posibles escenarios: un brexit salvaje, nuevas elecciones y un nuevo referéndum. Todos ellos, a cual peor para los interés europeos, españoles y canarios, pero sobre todo, para los propios británicos. El pasado viernes, Westminster volvió a votar en contra del acuerdo de divorcio de la primera ministra británica, Theresa May. Un bloqueo que deja muy poco margen de maniobra a la premier, que ve cómo se acerca la fecha límite fijada por Europa para la salida del Reino Unido, el 12 de abril, y sin documento oficial que presentar en Bruselas.

Ante esta situación, May puede solicitar otra prórroga a la Unión Europea, con lo que se daría la paradoja de que Reino Unido tendría que participar en las elecciones europeas, algo que a la propia UE no le gusta. Además, este aplazamiento tendría que ser de larga duración, para finales de 2019, y aprobado por los Veintisiete (la cumbre del día 10 estudiará precisamente esta opción). El ala más dura, Francia, Bélgica y la propia España, plantea que esta prórroga debe estar supeditada a la participación de Reino Unido en los comicios europeos del mes de mayo. En caso de que Europa no apoye esta prórroga, Reino Unido pasaría a ser automáticamente un tercer país para la UE, sometido a la Organización Mundial de Comercio, lo que sería un verdadero desastre económico.

La otra vía que le queda a Theresa May es convocar elecciones. De hecho, la primera ministra se comprometió a dimitir y a convocar elecciones si el Parlamento británico aprobaba su acuerdo, pero no ocurrió así.

La última y menos factible es la de celebrar un nuevo referéndum en el que hubieran más opciones en la papeleta, pero el Parlamento británico también ha rechazado esta opción.

Más de 8.000 empresas canarias realizaron operaciones comerciales con Reino Unido durante 2018. Europa Press

Ante este panorama de incertidumbre política y económica que está lastrando el crecimiento de la Unión Europea y de los países miembros, ¿qué opciones le quedan a Canarias? y ¿cómo se puede ver afectado el Archipiélago si finalmente se produce un brexit sin acuerdo?

Ahora mismo está siendo muy difícil para las empresas de las Islas prepararse para el brexit cuando las condiciones de esta separación siguen siendo muy ambiguas. Más de 8.000 empresas canarias realizan operaciones comerciales con el Reino Unido, que en 2018 totalizaron 238 millones de euros entre importaciones y exportaciones. Canarias importó productos por valor de 176 millones de euros a Reino Unido durante 2018, mientras que las exportaciones canarias a este país ascendieron a 62,5 millones. Este será uno de los puntos en los que el brexit afectará más a las Islas, porque los nuevos trámites aduaneros podrían encarecer el producto y los ingleses, a buen seguro, no pagarán más por los tomates o pepinos canarios.

Turísticamente, la salida de Reino Unido no tendrá especial incidencia en el Archipiélago. Los últimos datos del sector apuntan a que los turistas británicos no han reducido sus reservas, al revés, por ejemplo, de lo que sí está pasando con Alemania en su inicio de recesión.
Aun así, las empresas canarias tienen algo a su favor, porque ya están habituadas al trámite aduanero que hacen con frecuencia para los productos de terceros países que, dependiendo de las condiciones que imponga Reino Unido, serán similares al resto de los países no comunitarios. Habrá que hacer algunos cambios en los trámites para las empresas que quieran operar con el Reino Unido para traer animales vivos como loros o palomas mensajeras (Traces) o para productos de sanidad vegetal o animal (Cexveg y Cexgan, respectivamente).

Asimismo, en los productos al consumo, como el queso, que deberán cumplir determinadas normas como etiquetado o idioma, se deberá precisar quien será el responsable en la UE o en el Reino Unido, o los límites máximos que se aplicarán a los plagicidas. A todo esto, la administración pública ha lanzado más de 200 plazas de funcionarios para hacer frente a los controles a los que se deben someter ahora todos los productos de Reino Unido.

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