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Cincuenta años del Colegio de Arquitectos

De Canarias. Se segregó del Colegio de Andalucía Occidental, con sede en Sevilla, en 1969. El 27 de febrero cumplió 50 años. Con Rubens Henríquez de decano, tenía dos delegaciones provinciales y sede en Santa Cruz. Estamos en el arranque del turismo con una profesión de gran actividad, menos de 50 colegiados. En 1972 se inauguró la sede de Santa Cruz, con la asistencia de José Luis Sert y Joan Miró y realizó la 1ª Exposición de Escultura en la Calle, 1973-74, modelo luego de otras en España. En la predemocracia, el Colegio realizó una amplia labor sociopolítica. Con la Constitución del 78, se desarrolló el Estatuto de Canarias del 82, repartiendo el poder con el triple equilibrio de los 60 diputados. Con doble capitalidad, presidencia alternativa y equilibrio de inversión presupuestaria. Consolidada la Autonomía, el Colegio se reorientó hacia lo profesional, donde mantuvo un papel activo en el urbanismo, la arquitectura y la cultura. En esta etapa hasta 1990 consolidó nuevo Estatuto, donde se mantenía la unidad del Colegio, con 2 demarcaciones plenas y 3 limitadas. Con doble capitalidad y equilibrios compartidos. Ya en 1986 entramos en Europa y Canarias readaptó en el 89 su forma de adhesión, que se ve de nuevo inconclusa con el nuevo REF, Estatuto 2018 y su carácter RUP. La adaptación a Europa y a la globalización ya se había iniciado en el 86 para los arquitectos europeos. La Ley de Ordenación de la Edificación de 1999, soporte del nuevo Código Técnico de la Edificación, nos coloca en Europa. Donde en el 2010 damos el salto con el Tratado de Lisboa y su directiva de Liberalización de Servicios, la Bolkestein. Con ella se aplica a los arquitectos desde agosto de 2010 el nuevo decreto de visados. El efecto superpuesto de la crisis económica del 2007 y la liberación del visado modifica unas organizaciones obligadas a reinventarse. Son corporaciones de derecho público, soportadas en el artículo 36 de la Constitución. En el 2012 se inició la segregación del Colegio de Gran Canaria, consolidada en diciembre de 2014 y seguida por la creación de los nuevos colegios de Lanzarote, Fuerteventura, La Palma y luego Tenerife en 2017, incorporando La Gomera y El Hierro. Los cinco colegios con personalidad jurídica propia se integran en un Consejo Canario que les representa regionalmente y ante el Consejo Superior en Madrid. A la crisis le han dado respuesta a la defensiva, que bloquea la actividad institucional de los colegios y Consejo Canario. Con 1.752 colegiados residentes. Tenerife y Gran Canaria son el 86,30%, con el 40% de la presidencia del Consejo y el 57,14% del gasto. Resolver la representación con la geografía conduce al bloqueo y, lo que es peor, impide el gobierno de los más válidos. Poder y costes mal resueltos. Postura a la defensiva, que vienen en Canarias imitando tantos, Gobierno incluido, negando la liberalización de los servicios. Donde los colegios de arquitectos incumplen la aplicación legal del decreto de visados. La globalización reconstruye la profesión, que se ve obligada a emigrar y a desarrollar múltiples ocupaciones. Nuevas estrategias respecto de las prestaciones y formas de ejercicio profesional. Los colegios deben evitar sobrecargar el esfuerzo económico en el profesional libre. Cooperativa de servicios, sindicato profesional, centro de estudios, formación e información. En la defensa de la arquitectura, el urbanismo, el territorio, el paisaje y medioambiente, la cultura. Con la sociedad civil en la economía más intervenida de Europa. Se precisa una Administración que no se eternice, transparencia, agilidad y solución efectiva en plazos y ligera de costes. Competencia en los concursos públicos, de una profesión esencial en una sociedad avanzada y sostenible. Lady Tenerife, de Chirino, recostada desde la plaza del arquitecto nos observa.

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