La fragilidad del sistema eléctrico de Venezuela llegó a su situación extrema este jueves con un apagón que ha dejado sin luz y sumido en un caos a la práctica totalidad del país. Los problemas en el suministro eléctrico no son nuevos y desde hace varios años se vienen dando con frecuencia, pero no con la intensidad de este último corte, que obligó al Gobierno a suspender la jornada laboral y escolar.
Los venezolanos no han tenido otro remedio que acostumbrarse a vivir con constantes cortes de luz y también de agua potable. Esta situación, sumada al desabastecimiento de productos básicos, tanto de alimentación como de medicinas, no han hecho otra cosa que profundizar en una crisis extrema, que está obligando a un proceso migratorio de su población sin precedentes . La OEA estima que al final de este año puede alcanzar 5 millones.
El Gobierno de Nicolás Maduro, lejos de ofrecer una solución al problema energético del país, ha achacado el gran apagón a un sabotaje auspiciado por la oposición liderada por Juan Guaidó y por Estados Unidos. Es un capítulo más de la retórica conspiranoica que emplea el oficialismo venezolano para justificar la profunda crisis que sufre el país. De “la guerra económica” a la “guerra eléctrica”.
Un argumentario que cada vez convence a menos venezolanos y, por el contrario, genera una mayor frustración e indignación entre una población que ve como su país se apaga literalmente, mientras el Gobierno no solo es incapaz de ofrecer soluciones, sino que lejos de cualquier autocrítica, fabrica fantasmas en el exterior para justificar su inoperancia.
Miedo, incertidumbre y muerte es lo que ha traído esta versión energética del caos de Venezuela. La organización Médicos por la Salud, según informa el periódico El Nacional, estima que desde noviembre de 2018 hasta febrero de este año se han producido 79 víctimas mortales en los hospitales venezolanos relacionados con fallos del servicio eléctrico.
Y aunque sea un mantra que se recita cada vez que se hace mención de Venezuela, no puede olvidarse que este caos energético se da en el país con mayores reservas de petróleo. Algo que ha recordado el presidente interino, Juan Guaidó, quien achaca el apagón a la “ineficiencia del usurpador”, en referencia a Nicolás Maduro.
Guaidó niega que este corte eléctrico sea un acto de sabotaje, como denunció el Gobierno y señaló que en el año 2009 “este régimen decretó emergencia eléctrica e invirtieron 100 mil millones de dólares y hoy seguimos sin luz”.
Movilizados por el líder de la oposición, los venezolanos se echaron en la jornada de ayer a la calle. Este corte masivo en el suministro energético, del que todavía no se ha terminado de reponer el país, se presenta como una metáfora del apagón de un régimen que se ha quedado sin luces.
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