Se llama Tanitoluwa Adewumi, aunque los más cercanos le dicen Tani, y nació en Nigeria. Con solo ocho años de edad consiguió ganar un campeonato de ajedrez en la mismísima ciudad de Nueva York; sin embargo, su corta vida no ha sido un camino de Rosas, ya que vivió el horror de la guerra y la amenaza del terrorismo. Este fue el motivo por el que sus padres decidieron emigrar a Estados Unidos y convertirse en refugiados.
Lo curioso es que hace un año Tani no sabía jugar al ajedrez, pero el tesón, la práctica y el talento que aguarda en su delgado cuerpo, le han permitido convertirse en una promesa con mucho futuro por delante en este deporte. Además, su familia tiene un nuevo hogar gracias a su victoria.
El recibimiento de los Adewumi en Nueva York ha sido bueno y, sobre todo, se han encontrado con personas dispuestas a darlo todo por ayudarles. Una de ellas, que ha preferido mantenerse en el anonimato, puso un piso a disposición de esta familia. Otra, el profesor de ajedrez de Tani, se involucró en la recaudación de fondos a través de Internet para que éste pueda cumplir el objetivo de ayudar a los demás, consiguiendo hasta el momento más 200.000 dólares.
A partir de ahora, y sin perder de vista el ajedrez, Tani y los suyos se dedicarán a conseguir la integración de otros refugiados mediante la Fundación Tanitoluwa Adewumi.
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