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Joe Crepúsculo: “Quien critique la apropiación cultural no conoce la historia de la música pop del siglo XX”

Phe Festival inaugura su nueva propuesta, Phe Club, por todo lo alto trayendo a Tenerife a Joe Crepúsculo
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Joe Crepúsculo. | Pablo Zamora
Joe Crepúsculo. | Pablo Zamora

Phe Festival inaugura su nueva propuesta, Phe Club, por todo lo alto trayendo a Tenerife a Joe Crepúsculo (1981, San Juan Despí, Barcelona), que el año pasado publicaba un álbum recopilatorio, 10, para celebrar sus 10 años haciéndonos bailar y reflexionar con letras que mezclan humor y filosofía. Mañana actúa en el Ocean Club (21.30 horas) de la capital tinerfeña

– ¿Es la primera vez que vienes a Tenerife?

“No, realmente toqué hace unos años, en La Laguna. Fue mi primera incursión allá. Tenía muchas ganas de volver. Me trataron superbien y me encanta Canarias. Es un placer volver y pasarlo bien”

– Cumples 10 años en el mundo de la música. ¿Ha sido un camino complicado? ¿Ha habido algún momento en el que te platearas dejarlo?

“No me han dado ganas porque realmente que esto funcionara bien no me lo imaginaba. Yo siempre he estado haciendo música. Desde que iba al instituto estaba haciendo música en el ordenador. Para mí es natural. Si no me hubiera ido bien a nivel de público o discos, hubiera continuado haciéndolo. Pero fue curioso, porque justo al empezar, cuando los dos primeros discos, Rockdelux decidió que Supercrepus era el mejor disco del año y fue como si dinamizara toda la carrera y toda la gente se preguntara quién era. No es que fuera más fácil, pero sí que me ayudó a posicionarme. Y desde entonces sigo sacando discos sin parar”.

– ¿En tu familia hay tradición musical?

“Sí, mi padre toca la guitarra. Y tocaba en un grupo así como rockero, un poco country. Siempre ha habido un ambiente musical en casa. Mis padres escuchaban muchos discos, mucha música de los años 70”.

– Tu música es muy variada, desde techno pop, rock, rumba, toques flamencos… ¿En la variedad está el gusto?

“Sí, a mí me gusta probar nuevos estilos, hacerlo de una manera fresca, y no me hubiera divertido hacer todo el rato lo mismo. Creo que me hubiera aburrido, y por eso siempre he estado probando cosas y nuevos estilos que casaban siempre con la intención de lo que quería hacer, hacia dónde quería llevar el proyecto. Más o menos al principio fui incorporando aspectos latinos, luego un poquito más de música techno, después un poco de rumba. Pero al final creo que nunca ha dejado de ser todo pop”.

– Con respecto a la mezcla de estilos, ahora hay una corriente que critica continuamente de la apropiación cultural. ¿Qué opinas del tema?

“Que alguien hable de la apropiación cultural como una crítica me parece que no conoce la historia de la música pop del siglo XX. Si se hubiera querido criticar todo esto, la música negra no hubiera salido de los campos de algodón. La gente del pop siempre ha estado cogiendo. Mick Jagger canta como cantaban los negros del sur de Estados Unidos. Siempre ha habido una interacción de estilos y no entiendo que esto sea un problema. La música pop es eso”.

– Volviendo al décimo aniversario, has publicado el disco recopilatorio, 10. ¿Te costó mucho elegir las canciones?

“Sí, estuve unos meses dándole vueltas a lo que tenía que ir dentro y sufriendo mucho por lo que quedaba fuera. Intenté hacer un disco que no siguiera un orden cronológico, en el que se buscaba complacer a mucha gente que me escucha desde el principio, a la gente que me escucha ahora, a mí mismo, y luego también para buscar un público potencial que nunca me hubiera escuchado. Creo que un álbum recopilatorio también es eso. Si alguien te pregunta qué haces, decirle: “Mira, esto es lo que yo hago”. Quería que estuvieran las canciones más representativas, pero quedaron algunas fuera que tal vez deberían haber estado, pero no consideré oportuno que estuvieran”.

– ¿Ser licenciado en Filosofía te ha ayudado a la hora de escribir las letras de las canciones?

“Yo creo que sí. Al menos siempre es más fácil con la filosofía conceptualizar las cosas. Siempre sabes un poco hacia dónde van los sentidos, los significados. Esto no significa que ser licenciado haga que escribas una canción que hable, pues yo qué sé, de Heidegger. Creo que me sirve para hacer un poco de humor con los conceptos, de jugar con los significados”.

– Personalmente me gusta mucho el contraste de música de baile con letras que te hacen reflexionar. La fiesta no está reñida con pensar

“Totalmente. En mi música incluso las canciones más bailables tienen esa parte chirriante. Por ejemplo Soy leyenda está hablando del “ser” de Parménides para empezar. Tiene una letra muy extraña pero bueno, dentro del bacalao, o incluso el hit Mi fábrica de baile tiene un significado un tanto extraño para ser una canción de baile. Me gusta mucho jugar con conceptos y que una cosa popular pueda tener un punto que chirrie a nivel de letra”

– Muchos te descubrimos por Mi fábrica de baile. ¿Notaste en aquel momento un gran cambio en cuanto a éxito o visibilidad?

“Yo creo que un grupo o un artista para que tenga un éxito determinado necesita unas canciones que atraigan a la gente, que lo conozcan. Tener un hit es importante porque hace que muchos te escuchen, te conozca, que vayan a tus conciertos a verte. Sí es verdad que a partir de Mi fábrica de baile vi que venía mucha más gente a los conciertos. Y realmente creo que no ha dado todo de sí la canción. Todavía hay mucha gente que no la ha escuchado. Yo sigo terminando los conciertos con ella y sigo disfrutando cuando la toco”.

– Háblame del nuevo tema, España. El videoclip es brutal y la letra muy ácida.

“Me parecía un momento idónea para hablar de España porque estamos a punto de unas elecciones generales con muchos partidos ahí, subiendo peldaños, con un juicio del procés por la tele. Es una manera de disfrutar y pasarlo bien y aportar un poco de humor. Un hit, un himno para que la gente se lo pase bien”.

– ¿Qué te ha sorprendido durante estos 10 años en la industria? Lo cierto es que ha cambiado mucho desde que empezaste, por ejemplo, ya no se vende tanta música en formato físico y lo que triunfa es el streaming.

“En estos 10 años ha habido muchos cambios. Cuando yo empecé no había streaming ni Youtube, pero teníamos MySpace. Era como el Instagram de ahora. Todo el mundo tenía sus canciones… Era como lo máximo del momento. Nunca te imaginarías que eso iba a cambiar. Pero en Internet en muy poco tiempo hay muchos cambios. Ahora tenemos el streaming que parece que va a ser para siempre pero no sabemos. Es verdad que con toda la cosa de Internet al final las discográficas han acabado viendo que hay que pasar por eso. Yo no sé lo que va a pasar pero el streaming te da una facilidad tremenda para distribuir tu música y, por otro lado, también caes en manos de una agencia de distribución que no controlas, que no sabes cómo va. A veces pienso que tenemos la oportunidad de escuchar cualquier música y eso es una ventaja, una gozada. Puedes ponerte los Conciertos de Brandenburgo de Bach si te apetece, pero luego ¿por qué el 90 por ciento de la gente que escucha música escucha lo mismo? ¿No tendríamos que llegar a una riqueza mejor? No critico, no quiero darle un punto elitista, pero no sé. Creo que al final esto de poder abarcarlo todo al final es un arma de doble filo, porque todos acabamos escuchando la misma canción”.

– Para terminar, me gustaría que le explicaras a la gente qué va a poder encontrar en tu show.

“Pues voy a ir a tocar con Aaron Rux, con quien estoy tocando desde hace años. Vamos a hacer un concierto con cajas de ritmos, instrumentos, sintetizadores analógicos, y a tocar canciones de estos 10 años de una manera festiva, para que la gente se lo pase bien. Intentaremos no dejar ningún hit fuera”.

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