medio ambiente

Arranca la campaña medioambiental ‘Santa Cruz de La Palma, libre de pajitas de plástico’

La capital implica a bares y restaurantes en la eliminación de estos productos altamente contaminantes
CALLE REAL SANTA CRUZ LA PALMA
FOTO DA

El Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma pondrá en marcha en los próximos días la campaña ‘Santa Cruz de La Palma, libre de pajitas de plástico’, una iniciativa llamada a combatir la utilización de estos productos altamente contaminantes, para lo que se pretende contar con la implicación de todos y cada uno de los bares y restaurantes del municipio.

El concejal de Movimiento Vecinal, Juan José Neris, recuerda que la Unión Europea ha acordado vetar la venta de pajitas, bastoncillos y cubiertos, entre otros plásticos de uso a partir de 2021. “Preferimos adelantarnos a esta medida y empezar desde ya a controlar el uso de plásticos y avanzar en la creación de conciencia medioambiental”, señala el concejal, quien recuerda la campaña “no obliga a nadie pero tratamos de hacer reflexionar a los consumidores cada vez que pidan una pajita con su bebida”.

El formato de la campaña es sencillo. Como norma general, ningún establecimiento de Santa Cruz de La Palma servirá pajitas de plástico con las bebidas, salvo que el cliente la pida expresamente En ese caso se le ofrecerá una, al mismo tiempo que se le hará entrega de una hoja informativa en la que se explican los efectos contaminantes derivados de su uso, ya que las pajitas de plástico no son biodegradables y no pueden reciclarse.

La campaña, que se enmarca en el programa de acciones de defensa medioambiental llevadas a cabo por el Ayuntamiento, como los programas ‘Cuida tu mar’ y ‘Cuida tu monte’, cuenta con la colaboración de la Asociación de empresarios del Casco Histórico, CIT Tedote-Asdetur, Cámara de Comercio, Fedepalma y Faep, además del apoyo de las organizaciones ecologistas de la isla.

España lidera el ranking europeo de consumo de pajitas de plástico, con 13 millones al día. Además, una gran parte de las que se desechan acaban en los océanos, provocando graves daños a la fauna marina. Según las organizaciones ecologistas, cada año mueren un millón de aves y más de 100.000 mamíferos marinos por ingerir microplásticos. Esta contaminación vuelve a nuestras mesas a través del pescado y marisco que consumimos.

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